El caso del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci tiene consternada a toda Latinoamérica. En las últimas horas, sus restos aterrizaron en Paraguay, donde familiares, compañeros de trabajo y allegados lo despedirán.
Marcelo Pecci era un fiscal especializado contra el crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Es así como su padre, Francisco Pecci, no quiso pasar por alto lo que le sucedió a su hijo y compartió un emotivo mensaje durante la “marcha por la valentía y el coraje”, realizada el viernes 13 de mayo en Asunción.
En el encuentro, que tuvo como fin honrar al agente del Ministerio Público, Francisco Pecci, con 84 años de edad, hizo énfasis en el orgullo que siente por el profesionalismo de su hijo, publicó La Nación.
“Es una satisfacción para mí porque me deja ese legado de haber sido padre de un hombre honesto, que por trabajar en forma honesta fue barrido, asesinado”, expresó el familiar de primer grado.
Asimismo, según el citado medio, el padre de Marcelo recordó si en algún momento su hijo recibió alguna amenaza que diera prueba de lo sucedido el pasado martes 10 de mayo, cuando disfrutaba su luna de miel junto a su esposa la periodista Claudia Aguilera, en las playas de Barú, cerca de Cartagena, donde fue asesinado.
Sin embargo, el progenitor lo único que dijo fue que Marcelo no dio indicios de una amenaza y se limitó a enaltecer su trabajo.
“A mí por lo menos, las veces que le pregunté, me decía: ‘No, papá, nadie me amenaza’. Pero sí me decía: ‘Me estresa el trabajo, tengo que cumplir con los plazos’. Era un chico muy responsable”, precisó.
A pesar de lo que pasó, el señor Francisco manifestó que su confianza por la justicia está intacta, pero lamentó que la vida de su hijo llegara al final pues, a los pocos días de casarse, lo impactaron con un arma de fuego. “Es muy triste”, dijo.
“Es duro para los mayores perder hijos, terrible, es contra la naturaleza, pero en lo que me resta de vida nos queda la satisfacción del deber cumplido con patriotismo por Marcelo Daniel Pecci Albertini”, agregó.
Antes de terminar, el señor Pecci le dijo al mencionado medio que Uruguay necesita de muchas más personas como Marcelo para dar cara y hacerle frente al crimen organizado que va de la mano con el narcotráfico. “Lo vamos a extrañar mucho”, concluyó.
El cuerpo de Marcelo Pecci arribó antes del amanecer del sábado 14 de mayo a Asunción, trasladado en vuelo comercial desde Cartagena de Indias.
El féretro fue recibido por autoridades nacionales en el espigón presidencial del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, de la capital paraguaya a las 5:10 a. m. (hora Paraguay), y luego trasladado al salón velatorio perteneciente a una empresa fúnebre local.
Su esposa, Claudia Aguilera, una periodista de televisión y testigo del crimen en una playa de la isla Barú, en el Caribe colombiano y cerca de Cartagena, había regresado el jueves a la capital paraguaya.
La pareja disfrutaba de su luna de miel, después de casarse el 30 de abril, cuando se produjo el ataque que acabó con el asesinato del fiscal en plena playa frente al mar. La mujer dijo que esperaban un hijo.
En forma simbólica, los restos de Pecci, que serán sepultados el domingo, debían ser trasladados para ser velados en la Fiscalía, en el tradicional Colegio San José, donde realizó sus estudios y en la sede del club de fútbol Guaraní, de la Primera División paraguaya, en el cual se desempeñó como dirigente.
Las autoridades ofrecen una recompensa equivalente a unos 488.000 dólares por información que permita la captura de los asesinos.
*Con información de AFP.