Los servicios de emergencia que trabajan desde hace más de una semana para extinguir el incendio en la sierra de la Estrella, en el centro de Portugal, no dan por controlado el fuego y, de hecho, no descartan que en las próximas horas se abran “nuevos frentes”.
Las llamas se iniciaron el pasado 6 de agosto en la zona de Garrocho, se han extendido a otras áreas aledañas. “Es un incendio bastante activo, con grandes posibilidades de tener nuevas aperturas”, ha explicado el comandante de Protección Civil, André Fernández, en una comparecencia pública recogida por la agencia Lusa.
Más de mil efectivos participan en las tareas de extinción, que pasan por vigilar la evolución de los tres frentes que permanecen activos en Covilha, Guarda y Manteigas, según la cadena de televisión RTP.
A la complicada orografía de la zona se suma también una delicada situación meteorológica, de altas temperaturas y fuertes vientos, por lo que Fernández marca como prioridad inmediata al menos “estabilizar” la progresión de las llamas. En la sierra de la Estrella ya han ardido unas 14.000 hectáreas.
Portugal ha perdido este verano unas 75.000 hectáreas debido a los fuegos, que han dejado también cifras de destrucción récord en toda la Unión Europa, que acumula ya más de 660.000 hectáreas destruidas.
Europa sufre un verano récord de superficie quemada por los incendios
Con la temporada alta de incendios todavía en curso, el balance provisional de hectáreas quemadas en Europa supera las 660.000 desde enero, un récord a estas alturas del año desde que se empezaron a recabar datos por satélite en 2006.
Desde el 1 de enero, los incendios destruyeron 662.776 hectáreas de bosque en toda la Unión Europea, según los datos actualizados por el EFFIS, que elabora estadísticas comparables desde 2006 gracias a las imágenes satelitales del programa europeo Copernicus.
La zona más golpeada por los incendios ha sido la península ibérica. En España, que sufrió dos grandes olas de calor este verano entre junio y agosto, se quemaron 246.278 hectáreas, principalmente en las regiones de Galicia, la provincia castellana de Zamora (noroeste) y Extremadura. La situación mejoró en los últimos días con la bajada de las temperaturas.
En Portugal, los bomberos tardaron una semana en controlar un incendio en el parque natural de la Serra da Estrela, reconocido por la Unesco, y donde salieron ardiendo 17.000 hectáreas.
Francia conoció años incluso peores en la década de 1970, antes de que se establecieran datos estandarizados a nivel europeo. Pero según esas cifras, el 2022 fue el peor de los últimos 16 años, en gran medida a causa de dos grandes incendios sucesivos en el departamento de Gironda, cerca de Burdeos (suroeste), para el que hicieron falta refuerzos de bomberos alemanes, polacos y austriacos esta semana.
La situación fue igualmente excepcional en Europa central. En julio, los bomberos tardaron más de diez días en controlar el mayor incendio de la historia reciente de Eslovenia, con la ayuda de una población movilizada con tal entusiasmo que el gobierno tuvo que pedir a los habitantes que dejaran de hacer donaciones a los bomberos.
*Con información de Europa Press y AFP.