Como ‘desconcertante’ ha sido calificada la situación que se vive en Ecuador por el incremento de la violencia y los ataques armados en provincias como Esmeraldas o ciudades como Guayaquil, donde no solo la aparición de grupos delincuenciales preocupan a las autoridades, sino también la compleja situación en centros penitenciarios del país.
El gobierno del presidente Guillermo Lasso considera que las matanzas son producto de choques entre bandas rivales vinculadas al narcotráfico, que se disputan a sangre y fuego rutas y territorio para el tráfico de drogas.
Las masacres dejan cuerpos degollados, calcinados y desmembrados en un país golpeado por un repunte de la violencia ligada al narco. La peor se registró en septiembre de 2021, cuando 119 presos fueron asesinados.
En las últimas horas, otro hecho lamentable ocurrió en el país donde seis presos fueron encontrados ahorcados en una cárcel de Guayaquil, una ciudad que registra las peores matanzas carcelarias, así lo ha informado en las últimas horas el organismo encargado de administrar las prisiones de Ecuador (SNAI).
“Durante la revisión de pabellones” en la prisión Guayas N.º 1, los guardias carcelarios “identificaron a seis personas privadas de libertad suspendidas”, señaló el SNAI en un comunicado. Un responsable de la entidad precisó luego que los cadáveres fueron encontrados en sus celdas, ahorcados.
“Inmediatamente dieron aviso a las autoridades competentes y se procedió con el levantamiento de los cuerpos”, refirió la entidad la cual aseguró que las autoridades del centro brindan todas las facilidades a las instituciones respectivas para los trámites e investigaciones correspondientes, según el diario El Universo.
Los fallecidos se encontraban en el pabellón 5 de la cárcel Guayas 1, que alberga a unos 6.800 presos y es parte de un gran complejo penitenciario mientras que las autoridades no han precisado si los presos tenían señales de violencia, ni si pertenecían a bandas criminales.
Las prisiones de Guayaquil, en el suroeste de la nación, han sido escenario de varias de las masacres carcelarias que dejan más de 400 reclusos muertos desde febrero de 2021.
Las últimas muertes carcelarias ocurrieron el 5 de abril en el recinto conocido como La Roca, una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil. Un enfrentamiento entre reos dejó tres muertos y un herido.
Según ha informado el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI) a través de un comunicado, se produjo una serie de enfrentamientos entre integrantes de la banda R7 y del grupo de Los Lobos.
En la misma ciudad ecuatoriana, el pasado 18 de noviembre murieron diez internos en disturbios ocurridos en esta misma prisión. Los disturbios estuvieron relacionados con el traslado de un reo de máxima seguridad a la Cárcel de La Roca, en Guayaquil. Además, el 1 de diciembre de 2022 fue asesinado el director del centro, Santiago Loza, asaltado por presuntos sicarios.
En un país donde los centros penitenciarios están superpoblados, las autoridades de Ecuador han tratado de ponerle fin a una desafiante inseguridad carcelaria que ha entrado ya en un círculo vicioso donde el traslado de cabecillas y los enfrentamientos entre bandas se retroalimentan, dejando más de 400 muertos en apenas dos años.
Con la lucha por el control de un narcotráfico cada vez más presente en el país, bandas criminales ecuatorianas trasladan sus disputas también a las prisiones sin que, por el momento, las autoridades nacionales y carcelarias hayan dado con la clave para ponerle fin al incesante goteo de muertes.
La ONU denuncia abandono institucional
Sumadas a las críticas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, desde Naciones Unidas también se alertó ya el pasado mes de octubre de la preocupante situación en un sistema penitenciario gravemente afectado por lo que consideraron como un “abandono” institucional.
El Subcomité para la Prevención de la Tortura de la ONU visitó a comienzos de octubre la nación sudamericana y en sus conclusiones tras el viaje reconoció estar “profundamente preocupado” por la “grave situación” del sistema carcelario de Ecuador.
La principal responsable del grupo, María Luisa Romero, alertó de que los reclusos viven “en un estado de tensión y constante temor” en unas cárceles “carentes de servicios esenciales y recursos básicos” y donde hay espacios que en ocasiones están gestionados por miembros de grupos criminales.
Con información de Europa Press.