La creciente violencia de las pandillas en Haití está devastando la vida de su población, con delitos graves que están alcanzando nuevos niveles máximos, dijo este martes, 24 de octubre, María Isabel Salvador, representante especial de la ONU para esta nación caribeña azotada por conflictos.
La funcionaria le dijo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que a diario las pandillas cometen asesinatos, violencia sexual —incluidas violaciones colectivas y mutilaciones genitales—, y secuestros.
Se refirió al incidente de la semana pasada en el que pandilleros disfrazados de policías secuestraron al secretario general del Alto Consejo de Transición, responsable de que se lleven a cabo las elecciones largamente demoradas.
Una crisis de seguridad compleja
Salvador señaló que la crisis de seguridad es aún más compleja, ya que grupos de autodefensas que han decidido combatir a las pandillas siguen activos. Entre el 24 de abril y el 30 de septiembre, mencionó, la misión política de la ONU “registró el linchamiento de al menos 395 pandilleros en los 10 departamentos de Haití por el movimiento de autodefensas conocido como ‘Bwa Kale’”.
Catherine Russell, directora del UNICEF —la agencia de la ONU para la infancia—, hizo eco a lo dicho por Salvador, al declarar: “La crisis en Haití empeora a diario”.
Aproximadamente 2 millones de personas, incluidos 1,6 millones de mujeres y niños, viven en áreas controladas por pandillas, indicó, y hay niños que son asesinados o lesionados en el fuego cruzado, algunos mientras se dirigían a la escuela.
“Otros están siendo reclutados por la fuerza o están uniéndose a grupos armados debido a que están totalmente desesperados”, manifestó Russell.
Ayuda urgente con un gran obstáculo: la inseguridad
Dijo que la mitad de la población de Haití, incluidos 3 millones de niños, requiere ayuda, y la mitad de los que pasan necesidad no la están recibiendo debido a la inseguridad y a la falta de financiamiento. En lo que va del año, señaló, la ONU ha recibido apenas el 25 % de los 720 millones de dólares que requiere para cubrir las necesidades humanitarias del país.
Desde 2022, agregó Russell, el UNICEF ha visto “un incremento sin precedentes del 30 % en el número de niños haitianos que padecen emaciación grave” a más de 115.000. La emaciación grave es la forma de desnutrición más letal, en la que la falta de alimento es tal que el sistema inmunológico de un niño se ve afectado, según Unicef.
“La crisis de desnutrición coincide con un brote de cólera en curso, en el que casi la mitad de los casos sospechosos son de niños menores de 14 años”, añadió.
*Con información de AP