La fatiga, sueño o somnolencia representa una de las causas más frecuentes de accidentes de tránsito en todo el mundo. Por esa razón, los avances en la ciencia llevaron a que los expertos estén muy cerca de desarrollar una “prueba de fatiga” que podrá determinar qué tan cansado se encuentra un conductor involucrado en un siniestro.
El buen descanso puede representar la salvación de muchas vidas en medio de un recorrido y, por ende, es un acto de responsabilidad que suele tenerse en cuenta a la hora de esclarecer un accidente. Por esta razón, los investigadores trabajan en una prueba similar a la de alcoholemia que es capaz de arrojar el nivel de cansancio de un conductor.
Se espera que el mecanismo esté listo en cinco años, aproximadamente. Los niveles de cansancio se medirán por medio de la sangre, es decir que un conductor herido en accidente de tránsito se le podrá realizar la prueba de fatiga en simultánea con la de alcoholemia.
Esto, sin duda, entregará una nueva herramienta para que las autoridades cuenten con nuevo material probatorio en un proceso jurídico.
A pesar de que en la mayoría de países no hay una legislación que prohíba a los conductores conducir con sueño, esta prueba podría ser el inicio de una serie de medicaciones de ley. La idea es que se tenga en cuenta este tipo de resultados a la hora de penalizar el cansancio al volante.
Clare Anderson, profesora asociada de psicología de la Universidad de Monash, aseguró en dialógico con The Guardian que la fatiga en los conductores representa un peligro latente en la vía, a pesar de que la solución es tan simple como descansar previamente.
“Cuando miras a los principales asesinos en la carretera, el alcohol es uno de ellos, el exceso de velocidad es otro y la fatiga es uno de ellos. Pero aunque la solución a la fatiga es bastante simple, que consiste en dormir más, nuestra capacidad para controlarla se ve afectada”, explicó.
Los paliativos para evitar el sueño suelen ser consumir café, algún energizante o abrir la ventana, pero esas medidas no bastan. De acuerdo con el doctor experto en descanso corporal, Santiago Rojas, si una persona no ha dormido bien es muy probable que pase por un corto periodo de somnolencia crónica de hasta 5 segundos (el estado entre el sueño y la vigilia) inconscientemente.
De hecho, “los momentos más críticos donde el ser humano más cae en microsueños es después de almorzar y entre las 2 y 6 de la mañana porque son los periodos donde el cuerpo está sobrepasado en cansancio por la actividad del día”, asegura Rojas.
En ese corto lapso, los conductores pueden perder los reflejos, la concentración y no reaccionar oportunamente si de repente el auto se sale de la vía, se cruza algún transeúnte u otro carro.
¿Qué debe hacer en caso de sentir cansancio en un trayecto?
Si siente sueño, es recomendable que el conductor tome una siesta en el camino para que pueda tener un ciclo de recuperación y así mantenga la concentración al volante.
Eso sí, “lo importante es que la siesta no exceda los 40 minutos porque podría entrar a la etapa de sueño profundo y el cuerpo lo consideraría una interrupción de sueño, provocando aún más sueño y mal ánimo”. El que sí revitaliza es el que se toma entre 20 y 40 minutos, asegura el doctor Santiago Rojas.
Si los demás pasajeros van dormidos o el conductor va solo en el viaje, la recomendación es que programe alarmas contundentes cada media hora para alertar al cerebro sobre el requerimiento de máxima concentración durante el trayecto.