En marzo, el presidente Biden propuso un impuesto histórico del 44,6 % sobre las ganancias de capital en el presupuesto gubernamental de 2025. Esta propuesta, que también incluye un impuesto del 25 % sobre las ganancias no realizadas para personas con alto patrimonio neto, tiene como objetivo aumentar la tasa marginal máxima sobre las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados, como se cita en el presupuesto de marzo.
La fuente de esta tasa es una nota a pie de página de las explicaciones generales de las propuestas de ingresos del año fiscal 2025 de la administración. La nota detalla que una propuesta adicional elevaría la tasa ordinaria máxima al 39,6 % y aumentaría la tasa del impuesto sobre la renta neta de inversiones en 1,2 puntos porcentuales por encima de 400.000 dólares.
En conjunto, estas propuestas aumentarían la tasa marginal máxima sobre las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados al 44,6 %.
Aunque la Casa Blanca espera que esta medida aumente las tasas de ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados para los contribuyentes, su implementación no está garantizada.
La tasa del 44,6 % solo se materializaría bajo una propuesta separada del principal aumento de la tasa de ganancias de capital de la administración Biden, aplicándose únicamente a aquellos con ingresos superiores a un millón de dólares e ingresos por inversiones superiores a 400.000 dólares. Por lo tanto, las personas con altos ingresos son el principal objetivo de la propuesta.
El objetivo de esta política es nivelar el campo de juego entre quienes obtienen ingresos ordinarios elevados y quienes obtienen ingresos por inversiones, asegurando una contribución más equitativa por parte de aquellos con mayores ingresos.
Aunque puede no ser popular entre los ricos, podría brindar cierta tranquilidad a la clase trabajadora de Estados Unidos, que ya ha enfrentado aumentos en las tasas de interés y los impuestos durante el último año. Además, el aumento del impuesto sobre las ganancias de capital para los ciudadanos de clase alta podría aliviar las cargas fiscales de las clases bajas, cumpliendo así una promesa de la administración Biden.
En cuanto al impacto en el criptoespacio, Matthew Walrath, fundador de Crypto Tax Made Easy, señaló que las últimas promesas fiscales de Biden probablemente no afectarían a la mayoría de las personas en este ámbito, incluso si se convierten en ley.
Sin embargo, la incertidumbre y la posibilidad de futuras regulaciones podrían influir en la percepción y las decisiones de inversión en el mercado de criptomonedas.