El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, aceptó levantar la ley marcial después de que la Asamblea Nacional rechazara la polémica medida, decretada por él mismo con el objetivo de “erradicar a las fuerzas afines a Corea del Norte”.
“He aceptado la decisión tomada por la Asamblea Nacional de disolver y levantar la ley marcial”, ha subrayado en un discurso a la nación desde la residencia presidencial en el distrito de Yongsan, en Seúl, según ha recogido la agencia de noticias estatal Yonhap.
Yoon ha afirmado que las tropas desplegadas en virtud de la ley marcial han sido retiradas. La medida buscaba salvar al país de las “fuerzas antiestatales” que buscan “paralizar las funciones esenciales” del Estado y “colapsar el orden constitucional”.
El presidente detalló que, tan pronto como haya cuórum en el gabinete, quedará formalizada su decisión. No obstante, pidió a la asamblea nacional “que detenga inmediatamente las acciones” que “paralizan la función del Estado mediante juicios políticos”, así como mediante “manipulación legislativa y presupuestaria”.
Esto se produce después de que los diputados hayan votado en contra de la ley marcial en una sesión extraordinaria celebrada entre escenas de caos tanto dentro como fuera de la sede del principal órgano legislativo de Corea del Sur, poco después de que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Park An Soo, diera por anulada cualquier tipo de actividad política.
La Constitución concede al presidente la facultad de decretar la ley marcial por “necesidades militares” o para “mantener la seguridad y el orden público, pero estipula también que debe notificar dicha decisión a la asamblea.
Si el parlamento así lo requiere por mayoría, el presidente debe dar marcha atrás, recoge el artículo 77 de la Carta Magna.
Yoon anunció la ley marcial en un inesperado discurso a la nación en el que acusó a la oposición de simpatizar con el régimen de Corea del Norte, después de que la oposición sacase adelante en el parlamento una medida presupuestaria y presentara mociones de destitución contra varios altos cargos de gobierno.
Estados Unidos dijo estar preocupado por la declaración de la ley marcial en Corea del Sur, uno de sus grandes aliados, y espera que el voto de congresistas surcoreanos contra esta medida “se respete”.
“Seguimos los recientes acontecimientos en la República de Corea con gran preocupación” y esperamos que “cualquier disputa política se resuelva pacíficamente y de acuerdo con el Estado de derecho”, declaró el vicesecretario de Estado, Kurt Campbell.
“Quiero subrayar que nuestra alianza con la República de Corea es férrea y que apoyamos a Corea en estos momentos de incertidumbre”, declaró.
La Casa Blanca afirma no haber sido notificada “con antelación” sobre la ley marcial decretada por el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol, quien acusó a la oposición de ser “fuerzas antiestatales” que quieren “derrocar el régimen”.
*Con información de Europa Press.