Después de que miles de cubanos salieran a las calles a manifestar su descontento contra el régimen en medio de una crisis de escasez de alimentos, altos precios y aumento de contagios de covid-19, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró este lunes que Estados Unidos está tras las movilizaciones ocurridas este domingo en la isla y acusó a Washington de ejecutar una “política de asfixia económica para provocar estallidos sociales en el país”.

Es así que mientras Washington y la Unión Europea hacían llamados a permitir y escuchar las protestas, el dirigente comunista aseguró que el Gobierno está tratando de “enfrentar y vencer” las dificultades ante las sanciones estadounidenses, recrudecidas desde el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021).

“¿Qué quieren con estas situaciones?, provocar estallidos sociales, provocar incomprensiones” entre los cubanos, pero también “el famoso cambio de régimen”, señaló el presidente, durante una transmisión de televisión y radio, según informa la AFP.

El presidente cubano también indicó, según la BBC, que mercenarios contratados por Estados Unidos fabricaron intencionalmente las protestas antigubernamentales para desestabilizar a Cuba.

“Hacemos un llamado a todos los revolucionarios del país, a todos los comunistas, a salir a las calles donde ocurrirán estas provocaciones, de ahora en adelante y en los próximos días. Y enfrentarlos de manera decidida, firme y valiente“, agregó i24 News.

Al respecto, Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, indicó que “sería un grave error que el régimen cubano interprete lo que está pasando en decenas de ciudades y pueblos en toda la isla como el resultado o el producto de algo que haya hecho Estados Unidos”.

Por su parte, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, mediante un comunicado pidió al “régimen cubano que, en lugar de enriquecerse, escuche a su pueblo y atienda sus necesidades”, y añadió: “Estamos con el pueblo cubano y su claro llamado a la libertad”.

Asimismo, Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, pidió al gobierno de Cuba que “permita estas manifestaciones pacíficas y que escuche las manifestaciones de descontento”.

Cabe señalar que, durante las movilizaciones, en las que miles de cubanos, cansados de la crisis económica, agravada por la escasez de alimentos y medicinas, salieron espontáneamente a la calle. “Tenemos hambre”, “Libertad” y “Abajo la dictadura” han sido algunas de las denuncias que se han dado sobre casos de represión por parte de las autoridades cubanas contra los manifestantes, y se registraron detenciones, disparos y hasta ataques contra la prensa.

Por ese motivo, y uniéndose a otras voces que reprochan estos actos, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), organización dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas, condenó el arresto y los ataques contra periodistas independientes en Cuba durante las protestas cívicas.

Asimismo, la organización denunció la interrupción del servicio de internet, un acto que, según indica, es una clara intención de “cercenar las libertades de asociación, de prensa y expresión, teniendo en cuenta que desde finales de 2018, fecha en la que el internet móvil llegó a Cuba, este recurso tecnológico ha permitido la transmisión en vivo de unas 40 protestas antigubernamentales en toda la isla.

Movilización histórica

Teniendo en cuenta que las únicas concentraciones autorizadas en Cuba suelen ser las del Partido Comunista (PCC-único), esta se convirtió en una movilización sin precedentes.

Es “increíble”, dijo a la AFP Yudeiky Valverde, una empleada de una escuela primaria, de 39 años.

“Hacía muchos años que no pasaba eso aquí, desde el año 1994”, durante el “Maleconazo”, cuando la población marchó contra la crisis económica en el Malecón, la avenida costera de La Habana. Entonces, la intervención de Fidel Castro calmó los ánimos, aunque la protesta estuvo limitada a la capital.

“Nosotros lo que queremos es cambio”, señaló a la misma agencia Yamila Monte, una empleada de limpieza de 54 años que enumeró las dificultades que está pasando debido a su bajo sueldo.

A diferencia de esta ciudadana, Uriel Alonso, un estudiante de economía de 18 años, lamentó la iniciativa e indicó: “Las cosas en el país es cierto que no son fáciles, todos los saben, pero no hay por qué recurrir a esas manifestaciones. Tienen que calmarse”, dijo a AFP, mostrándose satisfecho por la comparecencia que el presidente hizo en la televisión.

“Necesitamos escucharlo porque ya es mucho tiempo las personas volviéndose locas con toda la situación, que hablara y explicara las cosas”, dijo el estudiante.

Si bien Díaz-Canel reconoció el descontento de algunos cubanos, dio a los revolucionarios “la orden de combate”, para que “salgan a las calles donde quiera que se vayan a producir estas provocaciones”.

Al respecto, este lunes las calles de La Habana permanecieron custodiadas por la Policía y el Ejército, según constataron periodistas de AFP; sin embargo, la situación de orden público se normalizó.

*Con información de la AFP.