El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reconoció este viernes que en algunos pueblos de la isla se están registrando protestas por los apagones eléctricos, y pidió “comprensión” y “ahorro” ante una situación que no tiene solución “inmediata”.
“Hay algunas personas que, para expresar su malestar y su incomprensión, que es legítima porque están viviendo una situación de afectación, acuden al toque de cazuela, vociferan expresiones en contra de los dirigentes”, dijo Díaz-Canel en una sesión ordinaria de la Asamblea Nacional (Parlamento) que analizó la “sumamente compleja situación” que enfrenta el país en materia de generación eléctrica.
“Algunos aprovechan la ocasión para decir alguna consigna contra la Revolución” y “otros participan en hechos vandálicos y lanzan piedras, rompen cristales”, añadió el mandatario.
“Los que actúan de esa manera (...) están respondiendo a lo que quiere la contrarrevolución y a lo que quieren los que nos tienen bloqueados”, dijo en alusión directa a Estados Unidos.
Hace una semana un grupo de personas realizó en medio de la noche una inusual protesta con calderos en Los Palacios, una localidad del occidente de Cuba, debido a un apagón. Videos donde se apreciaba la irritación de decenas de pobladores circularon en las redes sociales, así lo confirmaron autoridades locales.
Protestas similares se registraron la noche del jueves en Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas, y en los de Sagua la Grande y Caibarién, en la de Villa Clara, así lo informaron medios independientes.
“Nos duele, nos disgusta que la población tenga que estar pasando por esta situación”, y al “pueblo le pedimos la comprensión, y que tenga por seguro que aquí nadie pone los apagones para molestar a nadie”, dijo Miguel Díaz-Canel.
El mandatario cubano también destacó que el país dispone actualmente de “menos capacidad de generación” eléctrica que la que demanda, a lo que se suma que, en los últimos días, de mucho calor en la isla, “la demanda ha subido” a una cifra “récord”.
Cuba, que atraviesa su peor crisis económica en tres décadas, se suma una creciente escasez de alimentos, medicinas y combustible, también enfrenta desde mayo dificultades en el abastecimiento de electricidad para el país y diariamente informa sobre apagones programados en horarios de mayor demanda.
Varias de sus plantas termoeléctricas han sufrido averías, incluyendo dos incendios, o se encuentran en mantenimiento.
La semana pasada los habitantes de la ciudad occidental de Los Palacios realizaron un “cacerolazo” para protestar por un apagón nocturno. El servicio de internet estuvo cortado durante varias horas y las autoridades locales consiguieron calmar a los manifestantes, al menos por el momento.
“Cuba parece un barril de pólvora que puede estallar en cualquier esquina”, dijo Miguel a CNN, quien vive en la misma provincia donde ocurrieron las últimas protestas.
“La situación es compleja y tensa en este momento, pero tiene solución, aunque no se produzca de inmediato”, aseguró el ministro de Energía y Minas, Livan Arronte Cruz, durante una aparición en la televisión estatal el pasado lunes, en la que admitió que los apagones continuarán durante el verano.
Funcionarios de Cuba afirman que las sanciones de Estados Unidos, que aumentaron exponencialmente durante el gobierno de Trump y se han mantenido en gran medida bajo el mandato del presidente Joe Biden, hacen que la compra de piezas de repuesto para las plantas de energía e incluso el combustible sea difícil y más costosa.
Pero el analista Jorge Piñón, director del Programa de Energía para América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas en Austin, dijo que el Gobierno de Cuba está produciendo menos crudo del que necesita para hacer funcionar las plantas de energía de la isla y se enfrenta cada vez más a un déficit energético.
*Con información de la AFP.