Después de 12 días de protestas en Ecuador, donde un elevado grupo de indígenas y campesinos, convocados por la Confederación de Indígenas del Ecuador (Conaie), saltaron a las calles para reclamar la reducción del precio de los combustibles ―entre otras peticiones―, este viernes, el presidente de ese país, Guillermo Lasso, salió a los medios de comunicación y, a través de una alocución, denunció la ocurrencia de un intento de ‘golpe de Estado’ en contra de la institucionalidad de su país.
“La violencia de ayer, y las informaciones recibidas el día de hoy, así como sus declaraciones, evidencian que la intención del señor Iza, es el derrocamiento del gobierno”, afirmó el mandatario ecuatoriano, haciendo alusión a Leonidas Iza, líder de la Conaie, y quien, pese a los llamados al diálogo, no ha dado luces para una salida negociada a la actual situación.
En su intervención, Lasso señaló que desde su Gobierno se ha mostrado la disposición a atender los requerimientos sociales, afirmando que incluso se han facilitado las instalaciones de algunos establecimientos públicos como el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito, para que la Conaie pudiese reunirse en asamblea, no obstante, no se han logrado avances en ello, acusando la responsabilidad a Iza.
“Él nunca quiso resolver una agenda en beneficio de los pueblos indígenas, lo único que buscaba era engañar a sus bases y usurpar el Gobierno legalmente constituido”, denunció Guillermo Lasso, quien recientemente cumplió un año frente a la Presidencia de Ecuador.
Sobre las marchas que se vienen desarrollando hace 12 días, y que han movilizado a miles de indígenas a Quito, el presidente Lasso también apuntó que el líder de las manifestaciones ya no tiene el control de ellas, afirmando que “la violencia perpetrada por criminales infiltrados se le fue de las manos”.
Rememorando lo ocurrido en las marchas de 2019 en su país, el presidente Lasso afirmó que las manifestaciones se encuentran viciadas debido a la infiltración de ‘vándalos’ a los que señala de buscar únicamente “desestabilizar la democracia, sembrando el terror”.
En ese sentido, y tras denunciar la existencia del presunto golpe de Estado en su contra, el mandatario ecuatoriano anunció al país que seguirá trabajando por mantener el orden democrático y defender el Gobierno legítimo, advirtiendo que “utilizará todos los recursos legales que la ley le faculta para enfrentar a los vándalos y criminales”.
En ese mismo sentido, el mandatario anticipó que las fuerzas del orden, refiriéndose a la Policía y las Fuerzas Armadas, “actuarán con los medios necesarios para defender, mediante el uso de la fuerza el orden público y la democracia”.
Por lo anterior, en medio de su intervención, se dirigió a los pueblos indígenas hoy convocados en las calles de Quito y otras ciudades para que retornen a sus comunidades, comprometiéndose a llegar a cada una de ellas para oír las demandas y velar por sus soluciones.
“A nuestros hermanos indígenas y campesinos que han sido traídos a Quito con engaños les pedimos por su seguridad y las de sus familias regresar a sus comunidades”, dijo Lasso, apuntando que la protesta ha perdido su norte, y solo ha derivado en actos de violencia.
“No podemos permitir que se enfrente pueblo contra pueblo”, clamó Lasso, en un llamado a la calma y a que los ciudadanos con inconformidades recurran al diálogo y no a las vías de hecho, convirtiéndose en sujetos útiles de quienes, en el fondo, han evidenciado otros objetivos.
“Esta comprobado que la intención de los violentos es generar un golpe de Estado”, ratificó Lasso, añadiendo que, en virtud de ello, y debido a la acción que anunció tomarán las autoridades, convoca a la comunidad internacional para denunciar al mundo lo que sucede en su país, en referencia al ‘intento de desestabilizar la democracia en Ecuador’.
En ese mismo sentido, el mandatario extendió un llamado a las organizaciones de Defensa de los Derechos Humanos para que “se mantengan supervisando el proceso que ha vulnerado los derechos de la Fuerza Pública, ciudadanos y periodistas (...) nuestra solidaridad con ellos y los ecuatorianos agredidos por los grupos criminales que usan el derecho a la protesta para delinquir”.
Pese a la revelación de que, de momento, los diálogos no han llegado a feliz término, el mandatario reiteró la voluntad de su administración a sentarse a encontrar soluciones, advirtiendo que “seguimos abiertos a el (diálogo) con resultados”.