El duro pronunciamiento del mandatario fue hecho durante una intervención en la que cuestionó a los purpurados que han sido críticos de su régimen y han denunciado violaciones a los derechos humanos en ese país.
Las elecciones, previstas para el próximo 7 de noviembre, en las que Ortega busca su tercer mandato consecutivo, han sido duramente cuestionadas, tanto por la comunidad internacional como por organismos de derechos humanos y la propia Iglesia.
Como se sabe, el régimen de Ortega ha puesto tras las rejas a los candidatos de oposición con más opciones, por lo que prácticamente no tiene un rival de peso para disputarle la elección.
En su intervención política, el mandatario nicaragüense señaló que los líderes de la Iglesia católica participaron en “un intento de golpe de Estado al respaldar las manifestaciones que iniciaron en abril de 2018 y que fueron brutalmente reprimidas por el Gobierno.
“Ellos, los obispos, como que fuesen electos, como que fuesen una autoridad electa, y como que tuviesen derechos, nos leyeron el ultimátum donde nos daban 24 horas para dejar el Gobierno, entregar el Poder Judicial, entregar la Presidencia, entregar el Poder Electoral, entregar la Asamblea Nacional... ¡Entregarlo todo!”, dijo.
Ortega hizo referencia a la carta presentada por los representantes de la Iglesia al Ejecutivo en el marco de las negociaciones que se celebraron en Managua en 2018 para poner fin a la crisis política.
“Nosotros escuchábamos con mucha paciencia cuando los señores obispos leían su documento firmado por todos ellos. ¡Es un documento vergonzoso! Los señores obispos firmando ahí en nombre de los terroristas, sirviéndole al imperio”, señaló al referirse a Estados Unidos.
Agregó que “la verdad es que cedieron y se convirtieron en cómplices del terrorismo; o sea, los verdaderos responsables de esos actos de terrorismo no eran los que estaban en los tanques, barricadas, esos eran también delincuentes, pero los jefes, los que organizaron todo esto, los que armaron todo esto, eran “los cuello blanco”, los que no se ensucian las manos, los que no se ensucian sus zapatillas, los que se sienten intocables”.
Las relaciones entre el gobierno de Ortega y la Iglesia católica han estado marcadas por constantes enfrentamientos, especialmente durante la represión contra las protestas en 2018.
En ese momento, se ordenó sitiar varias parroquias por la Policía en algunas regiones del país e incluso fueron atacadas a pedradas por simpatizantes de Ortega.
La situación se agudizó luego de que en julio pasado la Conferencia Episcopal publicara una carta en la que pidió “el respeto al voto del pueblo, para que las elecciones sean creíbles, justas y transparentes”, y que también se permitan “las concentraciones libres y se respeten los derechos humanos de todos los nicaragüenses”.
Igualmente, exigió la liberación de las personas detenidas por el régimen, varios de ellos candidatos a la Presidencia y quienes son considerados como presos políticos.
Senadores de EE. UU. piden sancionar a Ortega y no reconocer las elecciones de Nicaragua
Entre tanto, un grupo de 15 senadores demócratas y republicanos de Estados Unidos pidió recientemente al gobierno de Joe Biden sancionar al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, por la masiva represión de opositores previo a las elecciones de noviembre en las que busca un nuevo mandato consecutivo.
En una carta al secretario de Estado, Antony Blinken, los legisladores urgieron al Ejecutivo aplicar contra Ortega el arsenal de medidas punitivas previstas en la Ley de Derechos Humanos y Anticorrupción de Nicaragua de 2018, conocida como Nica Act, y el proyecto de ley Renacer, aprobado por el Senado en agosto.
Los senadores instaron al gobierno de Biden a “hacer cumplir plenamente” las disposiciones de la Nica Act, que restringe el acceso de Nicaragua a créditos de organismos multilaterales.
También pidieron considerar ilegítimos los próximos comicios, así como evaluar la suspensión de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos (OEA) y revisar la participación de Nicaragua en el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR, por sus siglas en inglés).
Entre los firmantes de la carta están Dick Durbin, el demócrata número dos de la Cámara Alta, y Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, además de los republicanos Ted Cruz, Marco Rubio y Rick Scott, entre otros.
*Con información de la AFP.