El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, canceló sus próximos viajes después de haber recibido el alta en el hospital en el que había sido ingresado tras sufrir un desmayo durante un acto oficial.
Fuentes de la Presidencia de Portugal confirmaron a la agencia de noticias Lusa que los viajes a Oporto y Aveiro, el viernes, y a Tomar, el domingo, fueron cancelados por precaución.
No obstante, a diferencia de los viajes fuera de Lisboa, el mandatario ha mantenido las reuniones que tenía programadas en el Palacio de Belém.
El jefe de Estado se desmayó el miércoles al final de una visita a la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nova de Lisboa. De Sousa fue trasladado en ambulancia a un hospital donde estuvo ingresado varias horas en observación.
Tras una serie de pruebas, recibió el alta y salió por su propio pie del hospital. En declaraciones a los periodistas tras la hospitalización, informó de que tuvo una indisposición similar en 2018 en Braga, debido a una repentina baja de tensión.
El mandatario portugués dijo que no se quedó en el hospital porque los análisis “fueron claramente positivos”. “Me siento bien”, agregó, tal y como recoge la citada agencia.
De Sousa, sufrió un desmayo y fue trasladado al hospital; ¿qué le pasó?
Según el medió local Correio da manhã, el jefe de Estado fue trasladado en una ambulancia por los bomberos de Trafaria al Hospital de Santa Cruz, en Oeiras.
Asimismo, el medio destacó que el presidente fue observado en la universidad por el equipo de un vehículo médico de emergencia y reanimación del Hospital de S. Francisco de Xavier.
Según detallan, cuando llegaron al colegio, los Bomberos de Trafaria encontraron al presidente de la República desmayado e intentaron que recuperara el conocimiento antes de entregarlo a los paramédicos.
Correio da manhã indicó que la primera condición que encontraron los bomberos en el presidente fue un reflejo de la mala alimentación. Marcelo de Sousa, que almorzaba poco, padecía hipovolemia y tenía mareos, náuseas y cansancio extremo.
Sin embargo, el jefe de Gabinete del presidente, Fernando Frutuoso de Melo, dijo a los periodistas que el mandatario “está de buen humor”.
‘’Se desmayó, pero rápidamente recuperó el sentido. Ni siquiera quería que canceláramos la agenda de la tarde, me llamó al móvil en la ambulancia. El equipo médico es el mismo que le operó en 2019″, añadió el medio.
El jefe de Estado —según el medio local— estuvo acompañado por la ministra de Ciencia, Tecnología y Educación Superior, Elvira Fortunato, para participar en la Ceremonia de Inauguración del Laboratorio de Nanocaracterización y Materiales Avanzados NANOVA.
No es el primer desmayo
Sin embargo, esta no sería la primera vez que el presidente se desmaya en un acto de visita. En el 2018 de Sousa se desmayó en público durante una visita al santuario de Bom Jesus, en Braga, al parecer por una intoxicación alimentaria aguda que le provocó deshidratación.
Por su parte, mientras el presidente cumplía con dicho evento, desde la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), se entregaron las conclusiones finales de la XII Reunión de Ministros de Educación de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa.
Según el comunicado, la relación entre las instituciones “debe seguir fortaleciéndose”.
En ese sentido, también se hizo referencia a la importancia de impulsar “una cooperación más orientada a la promoción del diálogo político, a partir del fortalecimiento de las capacidades de las instituciones que lleven a repensar prácticas y modelos que permitan ampliar las oportunidades educativas a lo largo de la vida”.
El presidente, el pasado miércoles 28 de junio, ofreció una cena en el Palacio de la Cidadela, en Cascais, para las autoridades iberoamericanas y especialistas en Educación que se encuentran en Portugal para participar en el Diálogo Político Regional 2023.
El evento es promovido por la OEI y el BID y este año se centró en la experiencia portuguesa de la “Escola a Tempo Inteiro” como modelo de buenas prácticas para la región iberoamericana.
Detalla OEI, que tanto ministros como autoridades en el campo de la Educación, así como especialistas en la materia, debatieron y analizaron durante cuatro días en la capital portuguesa y en diferentes espacios los beneficios de la jornada escolar extendida para llenar los vacíos educativos presentes en la región, tomando como referencia el éxito de la experiencia portuguesa.
Un ejemplo de los dichos espacios de debate fue el diálogo abierto “Más tiempo, más aprendizaje, más inclusión”, en el último martes, en el Teatro Thalia, o en sesiones cerradas de trabajo conjunto.
Para esto las autoridades educativas de Iberoamérica visitaron colegios de Portugal para conocer de primera mano las ventajas del modelo de ampliación de la jornada escolar.