El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que realizó una visita sorpresa a Odesa el lunes, dijo que Moscú no podrá “ejecutar” la “libertad” de Ucrania y prometió que la Unión Europea estará junto a Kiev “todo el tiempo que haga falta”.
“El Kremlin quiere ejecutar su espíritu de libertad y democracia”, dijo Michel en un video publicado en Twitter. “Estoy totalmente convencido de que nunca lo conseguirán”, añadió, y prometió que la UE ayudará a Ucrania a “construir un país moderno y democrático”.
En otro video se le ve visitando, con chaleco antibalas, esta ciudad portuaria, acompañado por el primer ministro ucraniano Denys Chmygal, el gobernador de la región de Odesa Maxime Martchenko y guardias armados.
Poco antes, Michel se vio obligado a protegerse debido a ataques con misiles, informó un funcionario de la UE. Según esta fuente, “los participantes debieron interrumpir la reunión para ponerse a resguardo porque los misiles volvieron a impactar en la región de Odesa”.
Por otro lado, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mantuvo una reunión por videoconferencia con el funcionario europeo durante la cual le agradeció su “valentía” y su visita a Odesa, de acuerdo con un comunicado de la presidencia.
Entre tanto, Vladimir Putin, presidente de Rusia, defendió la ofensiva en Ucrania durante el desfile militar que conmemora la victoria de 1945 sobre la Alemania nazi, mientras que el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, se mostraba confiado en ganar la guerra.
“Me dirijo a nuestras fuerzas armadas: ustedes luchan por la patria, por su futuro”, afirmó Putin en un discurso antes del desfile militar en la plaza Roja de Moscú que conmemora la victoria ante los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Ante los miles de soldados que participaban en el desfile, Putin volvió a justificar su decisión de haber lanzado el 24 de febrero una ofensiva contra Ucrania, alegando que Kiev preparaba un ataque contra los separatistas prorrusos en el este del país, quería dotarse de la bomba atómica y recibía el apoyo de la OTAN.
“Se estaba formando una amenaza totalmente inaceptable, directamente en nuestras fronteras”, dijo, acusando de nuevo al país vecino de neonazismo y calificando la ofensiva de “respuesta preventiva”. Fue la “única decisión correcta” posible, añadió.
Las fuerzas de seguridad, desplegadas a lo largo del recorrido de la marcha en el centro de la ciudad, lucían en el hombro derecho la letra “Z”, convertida en símbolo de los partidarios de la ofensiva en Ucrania, ya que está pintada en los vehículos de las unidades en el conflicto.
En el desfile de Novosibirsk, en Siberia, vehículos de la Segunda Guerra Mundial, también con una “Z”, recorrieron la ciudad. En el frente de batalla este lunes tenían lugar “intensas” batallas alrededor de Roubijne y Bilogorivka, en la región de Lugansk, según indicó el gobernador Serguii Gaidai.
Hasta ahora, Rusia solamente ha podido tomar el control total de una ciudad importante, Jersón, y la ofensiva militar, que muchos expertos decían sería fulgurante, ha estado marcada por contratiempos, sobre todo logísticos.
Tras haber sido frenado a las puertas de Kiev, el Estado Mayor ruso tuvo que revisar sus ambiciones a la baja y centró su ofensiva en el este y el sur del país.
En Mariúpol, un puerto en el sureste bajo control casi total de los rusos, los militares ucranianos atrincherados en la inmensa acería Azovstal aseguraron que no piensan capitular.
*Con información de AFP
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