El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró este jueves un estado de excepción por 60 días en todo el país tras el asesinato a tiros del candidato Fernando Villavicencio.
“Las Fuerzas Armadas a partir de este momento se movilizan en todo el territorio nacional para garantizar la seguridad de los ciudadanos, la tranquilidad del país y las elecciones libres y democráticas del 20 de agosto”, dijo Lasso en una alocución difundida por YouTube.
El mandatario también declaró tres días de luto nacional “para honrar la memoria de un patriota, de Fernando Villavicencio Valencia”.
Durante la alocución presidencial, Lasso también explicó cómo fue el atentado contra el aspirante a la Presidencia ecuatoriana al mencionar que “los asesinos para cubrir su huida lanzaron una granada que no detonó en la calle y luego fue destruida a través de una detonación controlada hecha por la Policía Nacional”.
“Hasta el momento están detenidas seis personas, las investigaciones continúan y aplicaremos todo el rigor de la ley para que los responsables materiales e intelectuales paguen con la máxima pena”, dijo.
El mandatario también calificó el hecho como “un crimen político y adquiere un carácter terrorista y no dudamos que este asesinato sea un intento de sabotear el proceso electoral”.
Lasso agradeció y valoró las muestras de solidaridad ante la muerte de Villavicencio “provenientes de diversos países amigos y organizaciones internacionales”
El jefe de Estado también señaló que “no le vamos a entregar el poder y las instituciones democráticas al crimen organizado, aunque esté disfrazado de organizaciones políticas”.
Durante su discurso a los ecuatorianos y acompañado del gabinete ministerial, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, señaló que “la fecha de las elecciones previstas para el 20 de agosto se mantienen inalterables”.
A finales de julio, Lasso declaró en estado de excepción a la localidad de Durán (suroeste) y a las costeras provincias de Los Ríos y Manabí, a raíz de una masacre carcelaria y el asesinato de un alcalde mientras recorría una obra.
Ecuador afronta en los últimos años una oleada de violencia vinculada al narcotráfico.
Villavicencio era uno de los ocho candidatos presidenciales y marchaba segundo en la intención de voto con 13,2%, detrás de Luisa González (26,6%), única mujer en liza y afín al exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), según una encuesta de la empresa Cedatos.
El político y periodista había sido amenazado con anterioridad; sin embargo, el exparlamentario, miembro del Movimiento de centroderecha Construye, siguió asistiendo a sus encuentros con sus seguidores hasta qué sicarios le arrebataron la vida propinándole tres tiros en la cabeza.
La agrupación política a la que pertenecía el candidato informó en sus cuentas oficiales que “Hombres armados atacan en este momento nuestras oficinas de campaña en Quito”. En el tuit se etiquetaron las cuentas del presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, a la Policía Nacional de la nación y al ministro del Interior, Juan Zapata.
Luego de que se confirmara la muerte de Villavicencio en la Clínica de la Mujer, los uniformados comenzaron a recopilar todas las pistas que hubiesen en el lugar para dar con el paradero de los responsables del asesinato del político.
La Fiscalía General de Ecuador aseveró en su momento que “Un sospechoso, que resultó herido durante el cruce de balas con el personal de seguridad, fue aprehendido y trasladado malherido hasta la Unidad de Flagrancia en Quito. Una ambulancia de los Bomberos confirmó su deceso. Policía procede con el levantamiento del cadáver”, por lo cual la única pista con la que contaban los investigadores se había perdido.