El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunció una reforma al sistema de pensiones que tiene, entre sus principales puntos, un incremento al monto de quienes están en edad para jubilarse. De acuerdo con el gobierno actual, la administración de los ahorros ha sido un problema durante casi 30 años y responsabilizó a antiguos mandatarios y legisladores.

“Este día, cumpliendo otra promesa al pueblo salvadoreño, he enviado la reforma de pensiones a la Asamblea Legislativa”, señaló el mandatario en su cuenta de Twitter. Allí detalló los principales puntos que contempla su propuesta y que pasará ahora a revisión del Congreso.

Como primera medida se busca aumentar “sustancialmente” la rentabilidad, de manera que el dinero devengado, como producto de una pensión, pueda ser mayor. El Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP) será, además, el ente encargado de monitorear su adecuada implementación, y se reducirá el monto que recibirán las administradoras de fondos de pensiones (AFP).

¿Cuál es el alcance de la reforma?

El anuncio también contempla prohibir a las instituciones públicas, entre ellas el Estado, para que puedan “tomar dinero de las pensiones para financiarse”. En ese punto, el gobernante publicó un paso a paso de lo que, según él, ha marcado los ahorros durante años y afectado directamente a miles de personas que tiene que seguir trabajando, luego de los tiempos correspondientes. Los empleadores deberán asumir 1 % más en las cuentas de los trabajadores.

Cifras oficiales señalan que la cantidad de dinero vigente por vejez mínima es de 304, diez dólares por mes (casi 1.480.000 pesos colombianos). Con la reforma, esta cifra podría subir a 400 dólares si la Asamblea Legislativa termina por darle el visto bueno.

“Han estado robando los ahorros”

“Los gobiernos empezaron a usar el sistema como su propio banco, ocupaban el dinero de las pensiones para financiar deudas y con eso cubrieron una parte de la corrupción a la que habían sometido a un país. Prácticamente se han estado robando los ahorros de los cotizantes (...). En 2017 el gobierno de izquierda hizo todo lo contrario” a la protección del país, denunció el Ejecutivo.

Según su administración, “los viejos gobiernos y asambleas empeoraron (las pensiones) para enriquecer intereses privados a costa de los trabajadores”. A día de hoy, las mujeres se jubilan a los 55 años, mientras que los hombres cinco años más tarde, un lapso que no se incrementará en ambos casos, según el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.

“Hay alrededor de 53,000 usuarios de los ahorros de pensiones que reciben pensión mínima. A partir de la vigencia de la ley recibirán mes con mes alrededor de $ 100 adicionales (...). “Vamos a mantener la contribución de los empleados. Nos vamos a asegurar que no paguen más, se puedan retirar con una mejor pensión y trabajando la misma edad que en el sistema actual”, dijo el encargado de esa cartera, citado por Diario El Mundo.

La iniciativa busca recuperar los 10.000 millones de dólares que, según Bukele, administraciones anteriores han “sacado” del sistema. En El Salvador, este fue privatizado en 1996 y, de cinco AFP particulares que llegaron a establecerse hasta 1998, solamente siguen funcionando dos.

Para el gobierno actual, luego de la privatización el fondo de pensiones tenía 12.000 millones de dólares en ahorros de los trabajadores, monto que se ha reducido en una sexta parte: “2.000 millones de dólares en fondos reales”, a día de hoy.

La reforma, ya en manos del Congreso, será sometida a discusión en una comisión legislativa. Lo siguiente será su eventual aprobación y promulgación.