En medio de la permanente tensión que se vive entre China y Estados Unidos, marcada, entre otros factores, por la guerra en Ucrania, y la posición de Estados Unidos frente a Taiwán, los presidentes de las dos grandes potencias se reunieron vía telefónica la tarde anterior, en medio de un encuentro que generaba gran expectativa, y que se extendió por cerca de dos horas.
Precisamente, uno de los grandes resultados derivados de la reunión entre Joe Biden y Xi Jinping es el acuerdo de la necesidad de realizar una cumbre bilateral presencial, cuya fecha no fue acordada, y que, de cumplirse, se convertiría en el primer encuentro cara a cara entre los dos importantes líderes mundiales, desde que Biden asumió la presidencia de Estados Unidos, el 20 de enero de 2021.
En ese contexto, según declaraciones del funcionario del gobierno Biden, recogidas por medios internacionales, y que pidieron guardar su identidad, los equipos de cada uno de los mandatarios han comenzado a trabajar de manera conjunta, para encontrar el espacio adecuado para el agendamiento del encuentro, así como para la definición de los temas a abordar; lo anterior, teniendo en cuenta que durante el encuentro bilateral telefónico Xi Jinping habría advertido a su homólogo sobre la importancia de ‘no transgredir las líneas rojas, y no jugar con fuego’.
Con relación a la reunión telefónica, las partes la han descrito como un encuentro ‘franco’, que se manejó con mucha diplomacia, en un contexto marcado por la existencia de varios factores de diferendo entre las dos potencias.
El encuentro telefónico sostenido el pasado jueves, se consolidó como el quinto que mantienen los dos presidentes en lo corrido del mandato de Biden; todos ellos de forma virtual.
Sobre las denominadas ‘líneas rojas’ a las que se refirió durante la reunión el presidente de China, la agencia estatal de noticias de ese país Xinhua precisó que estas refieren a la situación de Taiwán, territorio que China sigue considerando parte de su suelo, pese a la existencia de gobierno y leyes autónomas.
El mandatario chino señaló que su gobierno está dispuesto a ejercer soberanía en esa isla; incluso si ello amerita el uso efectivo de sus fuerzas militares.
Según recogen medios internacionales, el mandatario chino habría recordado a Biden que “aquellos que juegan con fuego acabarán quemándose”; un aviso que también habría hecho manifiesto meses atrás, en el marco de una reunión sostenida en noviembre.
Esta amenaza concuerda con la hecha días atrás con ocasión del anuncio, de parte de la presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, de la posibilidad de que, en el marco de la gira por Asia, emprendida este viernes, contemplara un encuentro con las autoridades ‘independentistas’ de Taiwán, lo que China no ve con buenos ojos, e incluso ha dicho que, de ser así, EE. UU. ‘deberá asumir las consecuencias’, viendo esto como ‘una provocación’.
Aunque Biden también se ha manifestado en contravía de que dicha visita se dé, durante su reunión con Xi Jinping, habría advertido que Estados Unidos se mantiene en su posición de respetar el statu quo, y no tiene intenciones de socavar la paz y estabilidad de la zona.
Sobre lo anterior, es importante recordar que actualmente Estados Unidos no reconoce oficialmente como un estado independiente a Taiwán, y desde 1979 ve al gigante asiático como ‘una sola China’; no obstante, mantiene relaciones con el gobierno ‘independentista’, e incluso le provee de un importante apoyo en materia militar.
En ese sentido, desde el Estado Mayor de Estados Unidos, el general Mark Milley también se ha pronunciado para afirmar, ante los medios de comunicación, que está presto a responder a la eventual solicitud de Nancy Pelosi, si esta pide que se despliegue mayor apoyo militar para Taiwán, asegurando que, de ser así, espera que esta pueda prestarse en términos de seguridad, sin que ello trastoque la tranquilidad de su país.
Si bien las tensiones entre Estados Unidos y China tienen un importante componente en el tema Taiwán, visto desde la arista del reconocimiento como Estado independiente, dentro de las preocupaciones de Estados Unidos, toma importancia la posibilidad de que China decida invadir militarmente la isla; situación que aunque era vista como improbable por los analistas, cada vez se ve más real.
En ese sentido, las declaraciones de Biden siempre han ido orientadas a buscar que las dos potencias se vean envueltas en un conflicto abierto; situación que también se ha hecho evidente en el llamado a ‘jugar del mismo bando’ frente al conflicto ruso-ucraniano; en el que China ha decidido no cesar su cercanía con Rusia, despertando un ambiente mundialmente tenso.
Más allá de lo militar
Además del tema Taiwán, otro de los asuntos que genera tensión en las relaciones bilaterales es el comercial, no obstante, en el marco de la reunión del jueves, Xi Jinping y Biden no habrían tomado decisiones frente al tema arancelario que marca un importe del 25 % de impuestos, que está vigente desde la administración de Donald Trump, y que ha marcado la difícil interacción comercial.
Pese a que no se conocen decisiones en la materia, sí ha trascendido, a través de los medios internacionales, que Biden habría señalado a su homólogo chino el temor frente a la existencia de “prácticas injustas que perjudican a trabajadores y sus familias en Estados Unidos”, asumiendo una posición que antes que crítica, sí se tornó propositiva, esbozando una serie de eventuales acciones a tomar para enmendar las amenazas.