Este martes 3 de enero, el país vecino, Venezuela, recibió el crucero Amadea, el primero proveniente de Europa que atraca en este país después de 15 años en el que dejó de ser un destino atractivo por sus altos índices de inseguridad y una devastadora crisis económica.

Por su parte y con casi 500 pasajeros a bordo, el buque con bandera de Bahamas y operado por la compañía alemana Phoenix Reisen, llegó en horas de la mañana al Puerto Internacional Guamache, en la caribeña y reconocida Isla de Margarita.

Allí, los turistas, quienes eran procedentes de España, Francia, Alemania, Italia y Suiza, entre otros países, según las autoridades, se bajaron sonrientes a puerto, donde fueron recibidos con música folclórica.

“Desde hace muchos años Venezuela estaba fuera del radar de los cruceros”, declaró el ministro de Turismo, Ali Padrón, al celebrar la llegada de crucero.

Cabe recordar que en la última década, el turismo cayó en Venezuela como consecuencia de la inseguridad y una crisis que trajo el desplome de más del 80 % su economía. El control de cambio, la escasez de productos y los problemas en los servicios públicos básicos como agua y electricidad ahuyentaron a los visitantes. Los cruceros, poco a poco, dejaron de llegar en medio del colapso.

“Amadea nos abre la posibilidad de estar de nuevo en el radar de las grandes líneas de cruceros”, comentó en su momento el presidente del gremial Consejo Superior de Turismo (Conseturismo), Leudo González.

El turismo comenzó a mostrar signos de mejoría el año pasado con la llegada de turistas rusos e incentivos para viajeros locales, pero no hay cifras oficiales en el sector.

“Ruido en seguridad”

Las compañías turísticas y agencias de viajes cerraron sus puertas en Venezuela y dejaron de operar. Según estimaciones de la industria portuaria, la actividad bajó en más de 50% desde 2014.

“Primeramente lo que sucedió fue que el destino se convirtió un destino muy inseguro, de alto riesgo”, explicó el vicepresidente de Conseturismo, Reinaldo Pulido.

“Es un negocio muy sensible y si hay un ruido en seguridad, las navieras se van porque prefieren evitar (problemas), y se dieron cuenta que el Estado no ofrecía las condiciones mínimas necesarias”, destacó Pulido sobre esta situación.

Amadea, con capacidad para casi 600 pasajeros, zarpó el 20 de diciembre de Francia y retornará el 12 de enero desde Puerto Caldera, Costa Rica, donde culminará su itinerario por el Caribe.

Ahora bien, se conoce que la embarcación, tras su parada en Margarita, partirá hacia Bonaire y Aruba, islas de Países Bajos con las que Caracas ha tenido acercamientos para retomar relaciones tras tres años de ruptura y cierre fronterizo marítimo.

Habrá escalas en Sarborough (Trinidad y Tobago), Bridgetown (Barbados), Cartagena y Santa Marta (Colombia).

Cualquier iniciativa “que traiga un turista internacional nuevo, ya es una ganancia (...), porque estamos en sequía absoluta”, añadió Pulido. “Para nosotros es maravilloso, una celebración y la demostración de que Venezuela puede entrar en el mapa de competencia regional”.

Para 2024 la compañía del Amadea está ofreciendo un crucero por Sudamérica, pero hasta el momento, no incluye a Venezuela. “Pudiera ser que estaban tanteando”, estimó Pulido.

*Con información de AFP.