Este sábado 17 de septiembre, justo a dos días del funeral de la difunta reina, los ocho nietos de la monarca británica Isabel II, encabezados por los príncipes Guillermo y Enrique, quienes vistiendo uniforme militar, velaron este el féretro de su abuela en la capilla ardiente en Londres, Inglaterra.
Los hijos del rey Carlos III, y de sus hermanos Ana, Andrés y Eduardo, custodiaban el féretro mientras los ciudadanos desfilaban ante él en la sala Westminster del Parlamento británico.
El rito duró aproximadamente un cuarto de hora, y Enrique y Guillermo vistieron su uniforme militar.
“Adiós, amada abuela. Fue un honor ser tus nietas y estamos muy orgullosas de ello”, escribieron en un mensaje difundido por el palacio de Buckingham las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia. “Todos te echaremos mucho de menos”.
Enrique lució el informe militar durante el velatorio, pese a que en 2020 abandonó la familia real junto a su esposa, la exactriz estadounidense Meghan Markle, para instalarse en California, iniciando el distanciamiento con Guillermo.
La ruptura se confirmó en 2021 tras una explosiva entrevista de Enrique y Meghan en la que acusaban a la familia real de racismo. Ambos hermanos aparecieron la semana pasada junto a sus esposas en Windsor, en un aparente intento de mostrar un acercamiento.
Isabel II falleció el 8 de septiembre a los 96 años en su castillo escocés de Balmoral, luego de siete décadas en el poder. Tras la proclamación, dos días después, de su hijo como el nuevo rey Carlos III, los homenajes a la monarca británica más longeva se suceden.
Desde el miércoles, miles de personas guardan su turno en una kilométrica fila para dar su último adiós a la única reina que la mayoría conoció hasta su muerte, en la capilla ardiente instalada en la casi milenaria sala de Westminster Hall.
“Fue muy emotivo. Era como la abuela de la nación. La echaremos de menos”, dijo a la AFP Shaun Mayo, que esperó 14 horas para despedir a la reina. Este informático inglés de 27 años es una de las 750.000 personas que se esperan que pasen por allí.
Para agradecer la paciencia de los británicos y las muestras de afecto, Carlos III y el príncipe heredero Guillermo realizaron este sábado una inesperada visita a la cola de entrada a la capilla ardiente, donde estrecharon manos y conversaron con los presentes.
“God save the King” (viva el rey), “God bless the Prince of Wales” (Dios bendiga al príncipe de Gales), gritó la multitud en el centro de Londres, ante la presencia de las nuevas cabezas visibles de una monarquía sin la emblemática reina.
Más de 12 horas de espera
Aunque en la mañana las autoridades advirtieron que la espera era de 24 horas, en este último fin de semana, para poder decir adiós a la soberana ante sus restos mortales, hacia el mediodía era ya de 14 horas.
En los últimos días, los servicios de ambulancias de Londres tuvieron que atender a al menos 435 personas en la cola situada a orillas del Támesis y sus alrededores, por desmayos en la mayoría de los casos.
La despedida se desarrolla en un ambiente de recogimiento, solemnidad y disciplina. En un hecho poco usual, un hombre fue detenido el viernes por la noche por abalanzarse sobre el féretro, según las autoridades.
Ese día, se vivió un momento solemne: el nuevo rey Carlos III, de 73 años, y sus tres hermanos Ana (72), Andrés (62) y Eduardo (58), velaron unos 15 minutos el cuerpo de su madre, en la “Vigilia de los príncipes”.
Este sábado en la tarde llegará el turno de los ocho nietos de la difunta, entre ellos el príncipe heredero y su hermano Enrique, que una semana antes aparecieron en público junto a sus esposas Catalina y Meghan.
Ese momento, que según la prensa se consiguió tras 45 minutos de “largas negociaciones”, buscaba mostrar un acercamiento entre los hijos de Carlos III y Diana después que Enrique y Meghan decidieran abandonar en 2020 la familia real e instalarse en California.
“Funeral del siglo”
Las autoridades se preparan mientras tanto para acoger el lunes el primer funeral de Estado desde el del ex primer ministro Winston Churchill, en 1965, al que acudirán decenas de dignatarios mundiales.
“Puedo confirmar que será el mayor evento que la policía londinense” tuvo que gestionar, “mayor que los Juegos Olímpicos de 2012″, dijo a la prensa el subcomisario adjunto Stuart Cundy.
El “funeral del siglo” comenzará el lunes a las 5:00 a. m., hora de Colombia, en la abadía de Westminster ante 2.000 invitados y se espera que sea seguido por 4.100 millones de personas en el mundo, gracias a la televisión y las redes sociales.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó su asistencia, así como su par brasileño Jair Bolsonaro o el rey de España, Felipe VI, su esposa Letizia y sus padres, Juan Carlos I y Sofía.
El vicepresidente chino Wang Qishan representará a su país. China sí fue invitada al funeral, a diferencia de Rusia, por la guerra en Ucrania, y un reducido número de países, como Venezuela o Birmania.
Algunos ya empezaron a llegar. La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, se recogió el viernes ante el féretro de Isabel II.
Este sábado, se prevé que lo hagan representantes de una decena de países de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones británica), con quienes tiene previsto también reunirse Carlos III en la tarde.
Luego del funeral, un afuste trasladará el féretro por la capital británica hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner. Allí será cargado en un coche fúnebre para su último viaje al Castillo de Windsor.
A continuación, tendrá lugar una última ceremonia privada en la que solo estarán presentes los miembros más cercanos de la familia real, tras la cual la reina será enterrada, a las 19H30 (18H30 GMT).
Los restos de la monarca más longeva del Reino Unido reposarán, junto a los de su marido, en la capilla del rey Jorge VI, donde yacen los de su padre y su madre, así como las cenizas de su hermana Margarita.
*Con información de AFP.