Jacqueline Dumigan fue profesora de piano y de canto en el colegio The Mount School en Edgerton, Huddersfield, en Reino Unido. A la mujer, que llevaba 24 años trabajando en la institución, en uno de sus días libres le pidieron asistir al colegio a una reunión, pero ese día tenía un compromiso con su familia debido que a su mamá de 90 años acababan de diagnosticarla con cáncer.

Ese día la profesora envió un correo electrónico al director del colegio para informarle que no podía asistir, pero el director la despidió. Ahora la mujer recibirá una jugosa indemnización por el incidente.

Los hechos ocurrieron en el Reino Unido. | Foto: Pete en Pixabay

La indemnización y el juicio

La profesora demandó al colegio por una suma total de 9.000 libras esterlinas, un valor en pesos colombianos cercano a los 52 millones de pesos. Después de analizar el caso, el tribunal le concedió una indemnización de un valor superior: 16.800 libras esterlinas, unos 97 millones de pesos colombianos.

De acuerdo con el diario británico Daily Mail, que reporta el caso, el tribunal de Leeds que estuvo a cargo, la mujer no trabajaba tiempo total, sino parcial, dictando clases a pequeños entre los 4 y 11 años.

El director le respondió diciendo que la reunión no era opcional, ante lo que ella insistió en su imposibilidad de ir. “Renuncia aceptada”, le envió el rector en respuesta. | Foto: Illustration by Thiago Prudencio/SOPA Images/LightRocket via Getty Images

El rector, que había iniciado a dirigir la escuela en 2017 envió en diciembre de 2021 el correo electrónico pidiendo a todos los empleados del colegio asistir a una reunión obligatoria. Dumigan no tenía ese día como laboral.

La mujer le explicó al rector que debía verse con su hermana que viajó desde muy lejos, aunque no le aclaró el tema que era discutir el tratamiento y los pasos a seguir para el cuidado de su madre, recién diagnosticada con cáncer.

La mujer será indemnizada con una cantidad cercana al doble del valor por el que demandó inicialmente al colegio. | Foto: AFP or licensors

El director le respondió diciendo que la reunión no era opcional, ante lo que ella insistió en su imposibilidad de ir. “Renuncia aceptada”, le envió el rector en respuesta. Ella le preguntó el motivo del mensaje, dado que ella no había renunciado y él le dijo que debía sentirse notificada a través de ese correo.

Despido injusto

De acuerdo con el juez que manejó el caso la profesora de música fue despedida de forma injusta. “El Sr. Sellers (el director) no llevó a cabo una investigación y acepta que no llevó a cabo un proceso disciplinario formal antes de despedir a la Sra. Dumigan”, dijo el juez en la audiencia.

“El Sr. Sellers (el director) había tomado la decisión de despedir a la Sra. Dumigan sin determinar los hechos relacionados con su negativa a asistir a la reunión a través de una reunión de investigación. Ella había terminado en el momento (de la citación) y en cualquier caso no trabajaba los lunes. Básicamente, le pedían que asistiera a una reunión en su día libre”.

Un padre roba por accidente a su hijo

En Glasgow, Escocia, un hombre se llevó una ‘sorpresa’ cuando intentó robar en un cajero automático y creyó que, con una malla para cubrir su rostro y un arma blanca, tenía la situación bajo control. Lo que ignoraba era la identidad de la víctima por lo que terminó recibiendo una lección por parte de quien menos esperaba: su propio hijo.

El joven de 17 años estaba retirando 10 libras esterlinas, equivalentes a casi 58.000 pesos colombianos, cuando un hombre lo acechó con un cuchillo y le exigió que le entregara el dinero. No obstante, en ese momento el atraco dio un giro de 180 grados cuando la voz del agresor y sus ojos no le dieron lugar a dudas al adolescente para saber que se trataba de su padre.

“¿Hablas en serio? ¿Sabes quién soy?”, fue la respuesta del británico, según la cadena inglesa BBC. La respuesta del sospechoso, quien no se había percatado de su blanco para robar, fue: “No me importa quién carajos seas”. Su hijo le cuestionó por lo que estaba haciendo y procedió a ‘desenmascarar’ a su progenitor, quien no tuvo más salida que ofrecer disculpas y justificarse en que estaba “desesperado”.