La policía berlinesa interrumpió el sábado la manifestación de unos 18.000 opositores a las mascarillas y a las restricciones impuestas contra la epidemia de covid-19, porque no se estaban respetando las reglas de seguridad exigidas por el Gobierno. Los manifestantes "incumplieron la distancia mínima (de seguridad entre personas) pese a las reiteradas demandas" de las fuerzas del orden, informó la Policía, que justificó que "no hay otra posibilidad que disolver la manifestación".
La protesta fue interrumpida poco después de su inicio, a las 9:00 de la mañana (hora local) en la mítica puerta de Brandemburgo. Tras el anuncio policial, muchos manifestantes se quedaron en el lugar, sentados en el suelo en medio de la calzada, mientras gritaban "resistencia" o "somos el pueblo", una consigna usada por la extrema derecha, en tanto que otros entonaban el himno nacional. "Pensadores libres", activistas antivacuna, partidarios de la teoría de la conspiración y simpatizantes de extrema derecha se dieron cita en esta protesta, bautizada como "fiesta de la libertad y de la paz". Desde primera hora se habían congregado personas de todas las edades, incluidas familias con niños. "Merkel debe marcharse", era uno de los gritos que brotaban a menudo de esta multitud. "No soy simpatizante de la extrema derecha, estoy aquí para defender nuestras libertades fundamentales", decía Stefan, un berlinés de 43 años, con la cabeza afeitada, que llevaba una camiseta gris con el mensaje "¡pensar ayuda!".
Una manifestación similar reunió el 1 de agosto a unas 20.000 personas en Berlín, la mayoría cercanas a la extrema derecha. En aquel caso también fue dispersada por la Policía por las mismas razones. "Estamos aquí para decir: ¡hay que tener cuidado! Con crisis de coronavirus o sin ella, hay que defender nuestras libertades", dijo a la AFP Christina Holz, una estudiante de 22 años, que llevaba una camiseta en la que reclama la liberación de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, detenido en Reino Unido. El ayuntamiento de la capital alemana prohibió inicialmente la manifestación de este sábado por "razones de salud pública": la imposibilidad de respetar la distancia de al menos 1,5 metros entre los manifestantes.