China ostenta el título de ser el principal socio comercial de Uruguay, y la reciente visita del presidente Lacalle Pou a Pekín se ha erigido como un paso significativo para reforzar no solo los lazos económicos, sino también los diplomáticos. Con la mira puesta en el futuro, el presidente uruguayo busca la concreción de un tratado de libre comercio que potencie aún más esta relación bilateral.
Durante las conversaciones, el presidente chino, Xi Jinping, afirmó que la asociación estratégica entre China y Uruguay ha alcanzado nuevos niveles, según informó la televisión estatal CCTV. En un anuncio trascendental, ambos líderes acordaron elevar esta relación a una “asociación estratégica integral”.
Este término sugiere una colaboración más amplia que abarca no solo aspectos económicos, sino también políticos, culturales y de cooperación en diversos campos, consolidando así un vínculo sólido y multifacético entre ambas naciones. Este hito marca un capítulo prometedor en la colaboración sino-uruguaya, destacando la importancia estratégica que ambas partes asignan a esta relación en el escenario internacional.
La presidencia uruguaya anunció que tras una reunión de dos horas, ambos mandatarios acordaron “elevar” sus vínculos a un nuevo nivel, “el de Asociación Estratégica Integral”. China busca aumentar su influencia en América Latina y ha invertido miles de millones de dólares en infraestructura en la región.
Los países acordaron “continuar realizando esfuerzos para acelerar la construcción de una Asociación de Libre Comercio (TLC)”, informó la presidencia uruguaya.
Además, indicó que Xi destacó que “tanto China como Uruguay son partidarios del Libre Comercio entre ambos países y seguirán promoviendo y mantendrán comunicación para avanzar aceleradamente” para lograr el objetivo de construir una Asociación de Libre Comercio.
La atención estratégica de China hacia América Latina cobra relevancia dentro de su ambiciosa estrategia global, donde destaca el monumental plan de infraestructura denominado Nuevas Rutas de la Seda. Este enfoque no solo subraya la importancia que Beijing otorga a la región, sino también su deseo de forjar asociaciones económicas y políticas más sólidas en un escenario internacional en constante evolución.
En este contexto, el presidente uruguayo, Lacalle Pou, anunció en julio de 2022 un hito significativo al concluir de manera “positiva” los estudios de factibilidad para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Pekín. Este paso formal marca el inicio oficial de las negociaciones bilaterales, evidenciando la determinación de Uruguay de aprovechar las oportunidades económicas que ofrece la asociación con China.
El presidente uruguayo había anunciado el comienzo de conversaciones comerciales con el gigante asiático en septiembre de 2021, a pesar de que un acuerdo del año 2000 del Mercosur establece que cualquier negociación con terceros países tiene que contar con el aval del resto de los socios (Brasil, Argentina y Paraguay).
La iniciativa uruguaya provocó crispación en el bloque regional, aunque los socios coincidieron en evitar una ruptura del grupo fundado en 1991. No obstante, Uruguay no firmó una declaración conjunta de la última cumbre del Mercosur, realizada en julio pasado en Argentina.
Desde que Luiz Inácio Lula da Silva reasumió la presidencia en enero de 2023, Brasil ha consolidado y fortalecido sus lazos con China, marcando una fase de cooperación estratégica en diversos sectores.
Mientras tanto, el presidente electo de Argentina, Javier Milei, generó incertidumbre durante la campaña al expresar su amenaza de cortar las relaciones comerciales con China. En contraste, Paraguay mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, destacando la diversidad de enfoques en la región en cuanto a asociaciones internacionales. Estas dinámicas políticas y diplomáticas en América del Sur reflejan la complejidad de las relaciones internacionales y sus implicaciones en el ámbito económico y estratégico.
*Con información de AFP.