La novena jornada de protestas en Francia contra la reforma de las pensiones impuesta por el presidente liberal Emmanuel Macron volvió a movilizar a más de un millón de personas y concluyó con disturbios que dejaron 123 policías heridos y 80 detenidos.
La decisión de Macron de imponer por decreto el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 recrudeció hace una semana la contestación, que entró en una nueva fase con protestas espontáneas cada noche.
En medio de los actos violentos, los manifestantes lograron prenderle fuego a la entrada del ayuntamiento de Burdeos. En redes sociales circulan varios videos en donde se puede ver las feroces llamas, mientras que las fuerzas del orden presentan dificultades para controlar la situación de orden público.
El alcalde de Burdeos, Pierre Hurmic aseguró a la opinión pública que no entiende las razones de los manifestantes para atacar la casa de todos los bordeleses.
“La responsabilidad de la situación explosiva no recae sobre las organizaciones sindicales, sino sobre el gobierno”, advirtieron los sindicatos, que convocaron a nuevas movilizaciones el próximo martes.
La nueva jornada coincidirá con una visita del rey Carlos III de Inglaterra a Burdeos (suroeste), donde los disturbios provocaron el jueves por la noche un incendio en la fachada de la alcaldía, según los medios locales.
Los sindicatos ya habían alertado por carta a Macron de la explosiva situación del país.
El líder de la central gremial CGT, Philippe Martinez, acusó el jueves al mandatario de “echar un bidón de gasolina al fuego” con su polémica entrevista de la víspera.
El mandatario dijo en esa ocasión asumir la “impopularidad” de una reforma que quiere en vigor “para finales de año” por el “interés general” y cargó contra sindicatos, oposición y contra los manifestantes más radicales, a los que comparó con “sediciosos”.
Las pancartas contra la reforma de las primeras marchas dieron paso a las críticas contra el presidente. “¿Macron has perdido la cabeza?”, preguntaba un cartel en París, acompañado del dibujo de una guillotina.
El jefe de la central sindical CFDT, Laurent Berger, había pedido “acciones no violentas” para no perder el apoyo de la opinión pública. No obstante, un 70% de los franceses responsabiliza al gobierno de la violencia, según un sondeo realizado este jueves por el instituto Odoxa.
“Manifestar y expresar desacuerdos es un derecho. La violencia y los daños que hemos visto hoy son inaceptables”, tuiteó la primera ministra Élisabeth Borne, quien expresó su “reconocimiento a las fuerzas de seguridad” movilizadas.
Abanico de acciones
El gobierno, inflexible y ansioso por dejar atrás rápidamente el conflicto social, se esfuerza en mantenerse firme ante una oposición (política, sindical y popular) dispuesta a endurecer el pulso.
El gobierno se encuentra bajo presión al adoptar su reforma sin el voto del Parlamento, al temer perder la votación, y en contra de la opinión de todos los sindicatos y de dos de cada tres franceses, según los sondeos.
Las marchas de este jueves se anunciaban cruciales para saber si los sindicatos serían capaces de mantener viva la movilización contra una reforma, que ahora espera el visto bueno final del Consejo Constitucional.
Las centrales son la punta de lanza desde enero de la contestación y el 7 de marzo movilizaron 1,28 millones de personas, según la policía, y 3,5 millones, según la CGT, en las protestas más grandes contra una reforma social en tres décadas.
Este jueves, entre 1,089 y 3,5 millones, según el ministerio del Interior y la CGT, respectivamente, participaron en las protestas, que registraron un récord en París con entre 119.000 y 800.000 manifestantes, según las mismas fuentes.
Con esta reforma, Macron enfrenta la mayor crisis de su segundo mandato y se juega poder aplicar su programa reformista, después de un primer mandato marcado por las crisis: protesta social de los ‘chalecos amarillos’, pandemia, guerra en Ucrania.
El gobierno espera que la movilización “decaiga” y todo vuelva a la normalidad “el fin de semana”, pero los sindicatos ya llamaron a nuevas marchas de “proximidad” el sábado y el domingo y antes de la movilización del martes.
*Con información de AFP y Europa Press.