Este viernes 14 de octubre, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió nuevamente sobre las consecuencias que tendría una intervención de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), afirmando que esto podría llevar a una “catástrofe mundial”.
Las intervenciones de Putin se dieron mientras ofrecía una rueda de prensa por la cumbre regional en la capital de Kazajistán, añadiendo que esta amenaza se podría hacer realidad con cualquier enfrentamiento directo entre militantes de la Otan con soldados rusos en territorio ucraniano.
“La participación de cualquier fuerza militar en un contacto directo, en un enfrentamiento directo con el Ejército ruso, es un paso muy peligroso que puede llevar a una catástrofe global”, afirmó el presidente ruso, recordando las amenazas proferidas por el consejo de seguridad del Kremlin, que alertaba sobre el incremento de la guerra si Ucrania se sumaba a la Otan.
Entre tanto, Putin también insistió en el “sentido común”, haciendo un llamado a Occidente y los aliados de Kiev para no intervenir más severamente en la tensión bélica, al punto de desatar la “tercera guerra mundial”, puesto que sería toda una “catástrofe”.
Durante esta misma conferencia, el presidente ruso recalcó que no tiene como objetivo destruir a Ucrania, en el marco del repudio mundial que ha generado la seguidilla de ataques con misiles sobre la población civil y puntos clave para la sostenibilidad energética ucraniana.
El presidente de Rusia afirmó que “no hay necesidad de más ataques masivos” contra Ucrania, tras los ejecutados durante la última semana contra varias ciudades, incluida la capital, Kiev, en una aparente respuesta a la explosión registrada el sábado en el puente de Kerch, que conecta territorio ruso con la península de Crimea, anexionada en 2014.
“Por ahora no hay necesidad de ataques masivos. Hay otras tareas”, indicó, antes de agregar que entre los objetivos de estos bombardeos figuraban 29 instalaciones ucranianas, siete de las cuales no fueron alcanzadas. “Actuaremos contra estos objetos. Veremos”, manifestó el mandatario, sin dar más detalles, según recogió la agencia rusa de noticias Interfax.
Así mismo, resaltó que alrededor de 222.000 personas fueron reclutadas en el marco de la “movilización parcial” decretada en el país, que tenía como objetivo llegar a los 300.000 movilizados. Por ello, resaltó que “el trabajo está siendo completado” y valoró que todas las actividades de movilización serán finalizadas en unas dos semanas.
Putin también reconoció errores durante el periodo de movilización, que tildó de “estupideces”, vinculándolo a “formas antiguas” de hacer las cosas que no han sido actualizadas desde hace décadas.
El mandatario manifestó además que no lamenta haber ordenado el inicio de la invasión contra Ucrania y enfatizó en que “lo que está pasando es incómodo, por decirlo suavemente, pero habría sido lo mismo un poco más tarde, únicamente con condiciones peores para Rusia (...). Actuamos de forma correcta y en el momento adecuado”, explicó.
En este sentido, resaltó que la operación “no afecta de ninguna forma a la naturaleza, calidad y profundidad” de las relaciones entre Rusia y los países miembro de la Comunidad de Estados Independientes (CIS), que integra a nueve de las quince antiguas repúblicas soviéticas, si bien reconoció que “los socios están interesados y preocupados por el futuro desarrollo de las relaciones entre Rusia y Ucrania”. “Es asunto de discusión”, manifestó.
Por otra parte, dijo que “no ve la necesidad” de mantener conversaciones directas con su homólogo estadounidense, Joe Biden, y ha hecho hincapié en que no hay plataforma para estas negociaciones, al tiempo que ha señalado que Rusia participará en la próxima cumbre del G20, sin que por el momento esté claro el “formato” ni si él mismo viajará a Indonesia.
*Con información de la AFP.