Mientras las hostilidades se agudizan en el este de Europa, el jefe del grupo paramilitar ruso Wagner amenazó con retirar en los próximos días a sus uniformados de la ciudad de Bajmut, el cual es foco de combates en suelo ucraniano por escasez de municiones.
“El 10 de mayo de 2023 tendremos que entregar nuestras posiciones (...) a las unidades del Ministerio de Defensa y retirar las unidades de Wagner a los campamentos de retaguardia”, dijo Yevgueni Prigozhin, en un video publicado en Telegram.
“Retiraré a las unidades Wagner de Bajmut porque, a falta de municiones, se enfrentan a una muerte absurda”, aseveró. Los militares han asumido un rol ‘protagonista’ en la ofensiva rusa, encabezando la lucha de meses para tomar el control de esa zona, la batalla más larga y con mayor derramamiento de sangre, en el marco de esa guerra.
Este ultimátum llega tras semanas de crecientes tensiones entre el grupo Wagner y el Ejército ruso. Prigozhin señala al Estado Mayor de no proporcionar a su organización paramilitar suficiente armamento, para que este no ‘opaque’ al Ejército regular.
“Íbamos a tomar la ciudad de Bajmut antes del 9 de mayo. Cuando vieron eso, los burócratas del Ejército detuvieron las entregas” de municiones, acusó Prigozhin. En otro video que publicó en Telegram se ven filas de lo que, según él, son combatientes de Wagner muertos.
“¿Dónde está mi munición?”
En ese clip señala al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov. “¡Shoigú! ¡Gerasimov! ¿Dónde está mi p*** munición?”, dijo Prigozhin. “Vinieron aquí como voluntarios y están muriendo para que usted pueda engordar en sus oficinas”, afirmó junto a hileras de cadáveres con uniforme militar.
“Estos chicos son de Wagner, murieron hoy. Su sangre aún está fresca”, aseguró, añadiendo que los jefes del Ejército “se irán al infierno” por no enviar munición. Wagner ha tenido pérdidas considerables en los últimos meses intentando ‘conquistar’ Bajmut.
El grupo paramilitar ha tomado el control en gran parte de la ciudad, pero no el resto de las posiciones ucranianas. Aunque el Kremlin rechaza cualquier tensión en el interior de las fuerzas rusas, las últimas declaraciones de Prigozhin parecen reflejar que sucede lo opuesto.
EE. UU., en la mira de Moscú
A días de que tuviera lugar un ataque con drones para, según el Kremlin, asesinar al presidente Vladimir Putin, el Gobierno volvió a implicar a Estados Unidos. El ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo que ese hecho con drones no podría haber ocurrido sin el conocimiento de Estados Unidos, y advirtió que su país responderá con “acciones concretas”.
“Se trata de un acto hostil. Está claro que los terroristas de Kiev no habrían podido llevarlo a cabo sin el conocimiento de sus jefes”, afirmó Lavrov, de visita en India, refiriéndose al Gobierno norteamericano. Rusia afirmó el miércoles que interceptó dos drones lanzados la noche del martes, mientras Ucrania negó estar implicada y Washington puso en tela de juicio las acusaciones rusas.
A la prensa, el canciller ruso agregó: “Si usted cree que porque Estados Unidos y Ucrania han rechazado las acusaciones, debemos dejar de pensar lo que sabemos, no es así (...). La capacidad de nuestros amigos ucranianos y occidentales para mentir es bien conocida”.
En la jornada anterior, la Casa Blanca negó cualquier implicación. “No tenemos nada que ver con eso”, señaló John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional a MSNBC. “Pura y simplemente, Peskov (portavoz del Kremlin) está mintiendo”.
Por su parte, el representante para asuntos exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, exhortó a Moscú a no emplear “este presunto ataque como excusa para seguir intensificando la guerra”.
*Con información de AFP.