La representante a la Cámara de los Estados Unidos, Elissa Slotkin, lanzó este jueves unas fuertes afirmaciones sobre el conflicto que existe entre su país y Rusia por cuenta de la crisis que vive este último con Ucrania: “Putin fabricó esta crisis”.

Mediante un hilo de Twitter, la congresista estadounidense del 8.º Distrito Congresional de Míchigan dijo que esta mañana recibió un informe del Departamento de Defensa, donde ella ejerció como subsecretaria interina y como analista de la CIA, que hablaba acerca de la situación en Ucrania y determinó que: “Fue inquietante”.

“A pesar de que Putin ha fabricado toda esta crisis, el mundo está atento a la respuesta de Estados Unidos. Si Rusia puede simplemente invadir, sin costos significativos, ¿qué le dice eso a largo plazo a China o a cualquier otro agresor que pueda poner a prueba el temple de Washington?”, publicó.

Y aunque dijo que nadie quiere una guerra con Rusia, la representante manifestó que: “Tiene que haber serias consecuencias si una nación planea invadir a otra. Los costos deben incluir sanciones punzantes contra Putin y sus compinches más cercanos, pero eso no es suficiente”.

“Necesitamos apoyar la lucha del pueblo ucraniano contra las fuerzas rusas y permitirles imponer costos militares, mientras nos aseguramos de que podamos reabastecer a los ucranianos en caso de conflicto. No tengo problemas con el pueblo ruso, pero si su líder va a precipitar una agresión no provocada e invadir a un vecino, ellos también deberían sentir el pellizco”, agregó Slotkin.

Y concluyó: “Los oligarcas rusos que apoyan a Putin no deberían poder pasar los fines de semana de compras en Mónaco y París, y la Administración debería ir más allá y señalar nuestra preparación para imponer costos más profundos para disuadir la invasión”.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció el miércoles en una rueda de prensa en la Casa Blanca, que promete un “desastre para Rusia” si ese país decide invadir Ucrania.

“Si hacen lo que son capaces de hacer, será un desastre para ellos”, afirmó el presidente de los Estados Unidos que cumple un año de haber asumido su cargo en la Casa Blanca. Las tensiones crecen luego de que el presidente de Rusia movilizara, a finales del año pasado, un gran número de tropas a la frontera con Ucrania.

La advertencia del presidente de los Estados Unidos fue severa: “Pagarán un precio alto a corto, mediano y largo plazo. Creo que se arrepentirá si lo hace”. Luego aseguró que “el costo de ir a Ucrania en términos de pérdida de vidas, para los rusos... va a ser pesado”.

Biden también dijo creer que su par ruso, Vladímir Putin, “todavía no quiere una guerra a gran escala” por Ucrania. “Es un individuo informado, y creo que está evaluando y todavía no ha tomado una decisión” dijo Biden sobre su homólogo ruso. Sin embargo, “pondrá a prueba a Occidente”, por lo que “tendrá que hacer algo” y probablemente “avanzar” hacia Ucrania de una forma u otra, pronosticó en la rueda de prensa.

Rusia no tiene buenas opciones e ir a la guerra tendría “graves consecuencias económicas”, desde el corte de los ingresos energéticos hasta sanciones dolorosas, aseveró el mandatario estadounidense. Las sanciones imposibilitarían a los bancos rusos negociar en dólares estadounidenses, la moneda comercial clave del mundo, dijo.

Hace unos días, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Joe Biden, dijo que no se hacía esperanzas frente a Rusia y que los Estados Unidos estaban preparados para cualquier escenario que se pudiera presentar entre los dos países.

Por su parte, los voceros del gobierno Ruso han dicho en las últimas semanas que no planean una invasión a Ucrania, pero que ven con preocupación el acercamiento de los Estados Unidos a su esfera de influencia. También han afirmado que cualquiera de las decisiones tomadas por Rusia en sus diálogos con Occidente, tendrían como principal motivo la defensa de sus intereses de seguridad nacional.

Diálogos estancados

“No hay común entendimiento entre Putin y yo”, aseguró el presidente de los Estados Unidos en la rueda de prensa. El punto principal de estancamiento en las conversaciones parece ser la relación que tienen los países satélites rusos con la OTAN. Entre las peticiones presentadas por el gobierno del Kremlin se encuentra la de que se prohíba la entrada a los países que están en su zona de influencia, especialmente a Ucrania, a esta organización.

El gobierno de Estados Unidos y los países occidentales que conforman la OTAN se han negado con vehemencia a esta petición. Jens Stoltenberg, secretario general de la organización, sostuvo hace unas semanas que no hará concesiones fundamentales ni aceptará que Rusia tenga un poder de veto sobre qué país puede sumarse a la alianza militar.

Por su parte, el Gobierno ruso declaró estar esperando respuestas concretas, demandando un pliego escrito con la decisión de occidente a sus peticiones sobre Ucrania.

La mañana del miércoles, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, instó al presidente Vladímir Putin a optar por la “vía pacífica” en la crisis de Ucrania, dos días antes de un cara a cara diplomático ruso-estadounidense. Blinken, quien se reunirá con su par ruso Serguéi Lavrov el viernes en Ginebra, también anunció que en ese encuentro no brindará una respuesta por escrito a las exigencias rusas, pese a la insistencia por parte de Moscú.

El riesgo de un enfrentamiento entre ambas potencias aumenta exponencialmente, ante el preocupante estancamiento de los diálogos y ante la negativa occidental de aceptar las demandas del presidente Vladimir Putin.

*Con información de la AFP.