El presidente ruso Vladimir Putin afirmó este martes que su país pagó en el último año mil millones de dólares al grupo paramilitar Wagner, tres días después de la rebelión armada que el grupo armó y que duró vigente dos días, antes de acordar una tregua.
“Entre mayo de 2022 y mayo de 2023, el Estado giró 86.262 millones de rublos (alrededor de mil millones de dólares) en pagos al Grupo Wagner”, afirmó Putin durante una reunión con responsables militares difundida por la televisión rusa.
Wagner y Rusia
El presidente ruso indicó que el Estado había “financiado completamente” a Wagner y subrayó que la empresa Concord, el grupo de Yevgueni Prigozhin, había “ganado al mismo tiempo 80.000 millones de rublos” (unos 937 millones de dólares).
“Espero que durante estas operaciones nadie haya robado o, por así decirlo, ‘robado poco’”, agregó. “Por supuesto, nos encargaremos de [comprobarlo] todo”, prometió. Antes del conflicto en Ucrania, el Kremlin negó durante años tener cualquier relación con Wagner.
Aparte de estas consideraciones económicas, las autoridades rusas anunciaron el martes estar preparando la transferencia de los equipamientos militares “pesados” de Wagner al ejército ruso. Los combatientes del grupo podrán elegir si incorporarse al ejército, trasladarse a Bielorrusia o “volver a sus casas”.
El Grupo Wagner
El Grupo Wagner es un grupo paramilitar ruso que inicialmente se encontraba afiliado de forma tangencial al Ejército ruso. Aunque el grupo legalmente no existe, porque está prohibido que en el país se contraten servicios militares, en la práctica llegó a adjudicarse la conquista de algunos puntos de Ucrania.
Wargner ha sido descrita como una empresa militar privada, como una red de mercenarios, o un ejército privado de facto del presidente Vladimir Putin. Muchos de sus reclutamientos provienen de las prisiones.
Sus orígenes se remontan a 2014. El reconocimiento internacional lo tuvo Wagner desde que apoyaron a los movimientos separatistas en Ucrania, en la Guerra del Dombás, entre 2014 y 2015. En África y Siria, el grupo también ha intervenido.
Yevgeny Prigozhin es el creador del Grupo Wagner, un empresario, oligarca, que era muy cercano a Vladimir Putin, en muchos círculos conocido como “el chef de Putin” porque uno de sus negocios iniciales fue el de catering.
La rebelión que no fue
La amenaza sobre un posible golpe de Estado inició cuando Yevgueni Prigozhin, el jefe del grupo paramilitar Wagner, advirtió el pasado viernes que contaba con 25.000 efectivos decididos a llegar “hasta el final” y “destruir todo lo que se interponga” en su camino.
El jefe de Wagner afirmó que sus hombres habían sido bombardeados por el Ejército ruso, cerca de la línea de frente con Ucrania y acusó al ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, de haber ordenado esos ataques.
Unas acusaciones que “no se corresponden con la realidad y son una provocación”, replicó el Ministerio de Defensa.
“Estamos muriendo por el pueblo ruso, que debe ser liberado de quienes bombardean a la población civil”, afirmó, en referencia al destacado papel de los mercenarios en importantes batallas en Ucrania.
“Hay que poner freno a quienes tienen responsabilidad militar en el país”, insistió el jefe paramilitar, llamando a los rusos a unirse a sus tropas y a no oponer resistencia.
El fin de la amenaza
La amenaza estuvo vigente entre el viernes 23 y el sábado 24 de junio. Prigozhin apareció en un video amenazante asegurando que tenía las capacidades, con más de 25.000 hombres a su cargo, de cambiar el poder en el Kremlin y llegó a tomarse una región como Rostov.
Finalmente, la amenaza fue neutralizada gracias a la intervención de Alexander Lukashenko, el presidente del país aliado más importante para Rusia, Bielorrusia. Lukashenko negoció con Prigozhin, hasta que aceptara no proseguir a Moscú y retirarse, sin ser procesado legalmente en Rusia por el intento de golpe de Estado.
*Con información de AFP.