Finlandia se ha incorporado como nuevo miembro de la Otan y se convierte así en un nuevo aliado del bloque militar, una vez Turquía ha completado la ratificación de su entrada tras meses de reticencias por la falta de cooperación en la lucha del terrorismo kurdo de Finlandia y Suecia.
El ingreso formal se culmina después de que Finlandia haya entregado su propio instrumento de acceso en un acto con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en los cuarteles generales de la Otan, con motivo de la reunión de ministros de Exteriores aliados.
La entrada de Helsinki en la Otan coincide además con el aniversario del Tratado de Washington con el que se fundó la organización militar hace 74 años, por lo que la ceremonia está cargada de simbolismo.
Uno de los primeros en pronunciarse al respecto fue el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, quien aseguró en las últimas horas que la incorporación de Finlandia a la alianza militar demostró que el presidente ruso, Vladimir Putin, no logró impedir que aceptara nuevos miembros.
“El presidente Putin quería cerrar de golpe la puerta de la Otan. Hoy le mostramos al mundo que fracasó, que la agresión y la intimidación no funcionan”, dijo Stoltenberg.
El secretario general aseguró también que Finlandia y la Otan no han discutido por el momento el despliegue de tropas aliadas en el país escandinavo.
El jefe del organismo aseguró que el despliegue de tropas en Finlandia no ha estado en las conversaciones con Helsinki previas a su adhesión, pese a que con su entrada la Otan cuenta con un aliado que tiene más de 1.300 kilómetros de frontera y pasa a duplicar el lindero con Rusia.
El secretario general de la Otan ha explicado que Finlandia participará ahora plenamente en todas las reuniones, actividades, estructuras militares y estructura de mando de la Otan, en sus debates y votaciones, pero ha destacado que “lo más importante” es que quedará bajo el paraguas de seguridad que representa la cláusula de defensa mutua del artículo 5 del Tratado de Washington.
Stoltenberg ha recalcado que se trata de un paso “histórico” de Helsinki que responde a la actitud agresiva de Rusia frente a sus vecinos, con la invasión de Ucrania. “Cuando vieron que Putin no solo amenazaba a Ucrania sino a cualquier país en Europa que quería tomar sus propias decisiones, decidieron unirse a la alianza”, ha explicado.
“La Otan es más fuerte y Finlandia es más seguro al formar parte de una alianza en la que garantizamos la seguridad de los aliados”, ha señalado, indicando que la Otan es una organización defensiva y con el ingreso de Finlandia se evita posibilidades de fallos de cálculo de Moscú.
Por su parte, los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Otan celebraron la incorporación de Finlandia a la Alianza Atlántica, en una jornada que varios líderes han calificado de “histórica” y que supone el ingreso del miembro número 31 de este bloque, centrado en temas de seguridad y defensa.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ve a la Otan “más fuerte que nunca” tras “el proceso de ratificación más rápido de la historia moderna de la Otan”, si bien ha reconocido que queda pendiente el ingreso de Suecia, que espera pueda completarse “cuanto antes”.
Biden ha reivindicado en un comunicado la fortalece a la Alianza Atlántica como contraposición a lo que supuestamente buscaba su homólogo ruso, Vladimir Putin, cuando lanzó su “brutal guerra de agresión sobre Ucrania”. Dicha guerra no solo no dividió a Europa y a la Otan, sino que ahora “estamos más unidos que nunca”.
Finalmente el Ministerio de Exteriores de Finlandia ha informado este martes del cierre temporal de su oficina diplomática en la ciudad rusa de Petrozavodsk, ubicada en la república de Carelia, en el extremo noroeste de Rusia.
De acuerdo con el Ministerio de Exteriores de Finlandia, Helsinki no necesita una oficina en Petrozavodsk debido a “una disminución significativa en las tareas principales de la oficina”, de acuerdo con un comunicado de la diplomacia finlandesa.
Finlandia solicitó formalmente su ingreso en la Otan en mayo de 2022, de la mano de Suecia, en un giro inédito a su política de neutralidad que respondía directamente a la creciente amenaza derivada de las actividades expansionistas rusas en Ucrania. No en vano, Finlandia comparte más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia.
La integración en bloque de los dos países nórdicos se topó inicialmente con los recelos de Turquía, que parecían solventados tras un acuerdo tripartito en las horas previas a la cumbre de líderes de la Alianza Atlántica en Madrid. No fue así para Suecia, que siguió en el punto de mira del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Con información de Europa Press*