El líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente, Vladimir Putin, reforzaron su cooperación en el marco de una visita del primero a Rusia, que ha estado seguida por la comunidad internacional. Esta se da un momento de tensiones con Occidente, siendo Estados Unidos uno de los países con los que libran pugna.
Jong-un aseguró al jefe del Kremlin que Moscú alcanzará una “gran victoria” contra sus enemigos, durante una visita que busca potenciar sus vínculos, especialmente en el plano militar. Washington teme que este encuentro sea la antesala para un intercambio tanto de armamento para la guerra en Ucrania como el intento de Kim de desarrollar su satélite espía.
Después de la llegada del norcoreano a Rusia, los dos líderes se dirigieron a las instalaciones en el cosmódromo de Vostochni, incluyendo un taller de ensamblaje de cohetes Angara de nueva generación.
“Castigar a los grupos malignos”
Durante unas dos horas sostuvieron discusiones con sus delegaciones y luego cara a cara. Posteriormente, participaron en una cena en homenaje al líder norcoreano. Este último reiteró a su par que aprovechaba la “oportunidad para afirmar que siempre estaremos con Rusia”.
“Estamos convencidos de que el ejército ruso y el pueblo obtendrán una gran victoria en la lucha justa para castigar a los grupos malignos que persiguen la hegemonía y la expansión”, dijo el líder frente a su homólogo ruso.
También elogió al “heroico” ejército de Putin, en el contexto de la guerra en Ucrania (vigente desde febrero del año pasado). Vladimir Putin pidió un brindis por el “futuro fortalecimiento de la cooperación” con Pyongyang, rodeado de altos funcionarios de su país y el visitante.
Putin aseguró “perspectivas” de cooperación militar con Corea del Norte, a pesar de las sanciones internacionales a Pyongyang, aislado debido a sus programas nucleares y de misiles. “Rusia respeta todas estas restricciones. Pero hay cosas de las que definitivamente podemos hablar, las estamos discutiendo (...). Y también hay perspectivas”.
En ese sentido, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a todas las naciones respetar las sanciones impuestas a Corea del Norte. “Toda forma de cooperación (con ese lugar) debe respetar el régimen de sanciones impuesto por el Consejo de Seguridad”, declaró el funcionario a la prensa.
La particular pregunta de Kim Jong-un
Durante su visita al cosmódromo de Vostochni, Kong-un preguntó sobre cuál era la potencia del motor que se lanzaba desde esa base. Ese lugar se convirtió a lo largo de los años en un símbolo de los disfuncionamientos del sector espacial ruso, entre casos de corrupción y un sinnúmero de retrasos.
El Kremlin informó que ambos líderes visitaron un taller de montaje de cohetes pesados de nueva generación Angara y un sitio de lanzamiento que todavía está en construcción. El cosmódromo se completó en 2016 para tratar de sustituir a Baikonur, de la época soviética.
El último despegue desde Vostochni fue un impulsor Soyuz con la sonda Luna-25 el 11 de agosto, que se estrelló en el satélite de la Tierra durante su fase de descenso. En 2007, Vladimir Putin firmó un decreto para la construcción de este nuevo cosmódromo, localizado a casi 8.000 kilómetros al este de Moscú.
En 2018, cuatro responsables de una compañía relacionada con la obra fueron sentenciados entre cuatro años y medio y ocho años de prisión por presunta malversación calculada en 1.300 millones de rublos (unos 17,8 millones de euros).
“Espero de ustedes una actitud más responsable”, ordenó Vladimir Putin un año más tarde durante un encuentro con los responsables del sector, tras una visita al cosmódromo.
*Con información de AFP.