Dos profesoras españolas fueron acusadas de proferir insultos y humillaciones a niños entre los siete y diez años en la institución de la que hacían parte. El caso ocurrió en 2019, pero hasta ahora toma mayor relevancia, pues se prevé que sea el próximo año cuando tenga lugar el juicio que podría conducirlas a la cárcel como parte de la sentencia.
Un oso de peluche con una grabadora en su interior permitió revelar una situación, hasta entonces, desconocida más allá del centro que acoge a personas con habilidades especiales. “Qué asco que me das”, “atontados”, “alelaos” son algunos de los comentarios discriminatorios que quedaron capturados en ese dispositivo oculto.
“Te voy a quitar la sordera de un guantazo (cachetada)”, “me dan ganas de matarte”, se escucha decir como parte del ‘interminable’ repertorio de las docentes contra los menores a cargo. Según el diario ABC de España, unos padres de familia decidieron esconder la grabadora en un juguete que su hija llevaba todos los días a clase para indagar sobre su comportamiento cambiante y renuencia para ir al colegio.
“No se puede ser tan inútil (...). ¿A que sí? ¿Te haces el tonto? Pues más tonta voy a ser yo contigo. ¡Te voy a amargar la vida!”, es otro de los mensajes que puso en relieve el actuar de las educadoras. La Fiscalía pide para las señaladas una pena por separado de dos años tras las rejas, mientras que las familias de los niños exigen que la sentencia se eleve hasta los cuatro años.
Los daños psicológicos y afectación cognitiva por el trato recibido son otros factores por los que los padres solicitan una indemnización superior a los 20.000 euros (más de 100.000.000 de pesos colombianos). “Al menos desde el comienzo de 2019 ambas acusadas infligieron un trato humillante y vejatorio a los menores por razón de su discapacidad y con ánimo de lesionar su dignidad y atentando contra su integridad moral”, indica la denuncia recogida por ABC de España.
Además de la actitud de rechazo cuando era hora de alistarse para ir a la institución, una niña dejó entrever con vómitos y pesadillas que algo no andaba bien. El “parte de tranquilidad” recibido desde el colegio no les hizo quedarse a los papás con los brazos cruzados sino indagar, por cuenta propia, qué era lo que estaba ocurriendo.
Según la Sección de Acústica Forense de la Comisaría General de la Policía Científica no se encontraron pruebas que apuntaran a que los audios habían sido manipulados. Sin embargo, las profesoras aseguran que las grabaciones se consiguieron ilegalmente y fueron tergiversadas a conveniencia. Por su parte, la institución dijo a ABC que las mujeres habían sido apartadas cuando estalló el caso y que fue el mismo plantel el que comenzó el proceso indagatorio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el síndrome de Down consiste en una alteración caracterizada por presentar material genético adicional en el cromosoma 21, lo que conlleva a una diferencia intelectual. Su incidencia en todo el mundo se ubica aproximadamente entre uno de cada mil recién nacidos.
Aquellos que padecen esta condición “suelen presentar más problemas de salud en general. Sin embargo, los avances sociales y médicos han conseguido mejorar la calidad de vida de las personas con el síndrome. A principios del siglo XX, se esperaba que los afectados vivieran menos de 10 años. Ahora, cerca del 80 % de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años”, agrega el organismo sanitario en su página oficial.