Todo estaba totalmente tranquilo y sereno como es costumbre en las costas de Ostia, unas playas muy cercanas a la capital italiana, Roma. Sin embargo, de un momento a otro un avión empezó a sobrevolar los cielos de esta zona de Europa y muchos lo dieron por sentado, como cualquier aparato aéreo haciendo un vuelo extraordinario, pero regular.
Pero todo cambió cuando los testigos del momento se dieron cuenta que colgado de la cola del aeroplano estaba un letrero largo con una frase inscrita en italiano. El viento no dejaba que el cartel se enderezara para poder leer bien qué era lo que decía, hasta que la visión fue perfecta y todos pudieron darse cuenta de la inscripción de ese trapo de tela que colgaba del avión.
“Benedicto XVI nunca ha abdicado”, decía el cartel de dicho aeroplano, cuyo mensaje aún no se ha podido descifrar, pues que haya pasado hoy 20 de julio no coincide con ninguna de las fechas memorables que rodearon la vida del fallecido papa, el primero en la historia de la iglesia católica en renunciar a su posición, la más alta y venerada dentro de la institución que rige a dicha religión.
Lo más curioso del caso es que -al parecer- el avión también voló por otras costas del país europeo, pero nadie ha podido averiguar de qué se trata este mensaje, que ya tiene algunas teorías relacionadas con lo que puede estar relacionado. Algunos cibernautas dicen que se trata de una estrategia publicitaria de alguna marca o producto que aún no se ha mostrado a la comunidad.
Por otro lado, atinan a decir que todo es cuestión de teorías conspirativas alrededor del Vaticano, que en este momento tiene varios asuntos álgidos en la agenda, como la salud del papa Francisco y los escándalos sobre corrupción y acceso carnal a menores por parte de sacerdotes y demás integrantes del clero católico.
La teoría que más se le acerca es que el letrero era una extensión del revuelo que causó el escritor Andrea Cionci con la publicación de su libro Código Ratzinger en septiembre de 2022, en el que se dice que la abdicación de Benedicto habría sido nula, soportando las afirmaciones del fallecido papa de que “había un solo papa” cuando aún estaba con vida. Sin embargo, el autor del texto negó cualquier tipo de conexión con el hecho a través del diario romano Il Messaggero.
Fue en 2013 cuando Benedicto XVI anunció que renunciaba a su título papal y de inmediato millones de fervientes seguidores de su filosofía empezaron a crear rumores sobre las verdaderas razones que habrían llevado al alemán a tomar esta decisión. Se decía que lo habían presionado y que también existía un diagnóstico médico secreto que lo impulsó a renunciar, pero ninguna fue corroborada.
Otros más fanáticos revelaría que existía un entramado que habría sacado a Benedicto de su puesto, alegando que su abdicación no era válida, por eso el mismo papa emérito, ya en 2014, emitió un comunicado en el que concluyó que no cabía “la menor duda sobre la validez” de su renuncia.
Por el momento, tanto las autoridades aéreas como la prensa italiana están haciendo todo lo posible por esclarecer el verdadero objetivo de este letrero que tiene a todo el mundo en vilo, pues una situación tan esporádica y sorpresiva como esta debe tener algún tipo de objetivo, más cuando se relaciona directamente con la mayor autoridad de la iglesia católica, institución que rige a la religión más profesada y famosa de todo el mundo, que cada vez pierde más feligreses y entra en choque con los nuevos pensamientos de inclusión y modernidad.