Existe una amenaza real de que Rusia cometa un genocidio en Ucrania. A medida que surgen pruebas de crímenes de guerra, hay razones para creer que ya puede estar ocurriendo. “Las fuerzas de Rusia han cometido crímenes de guerra en Ucrania”, declaró el pasado 23 de marzo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. El funcionario citó como prueba de su acusación la destrucción por parte de Rusia de “edificios de apartamentos, escuelas, hospitales, infraestructuras críticas” y un hospital de maternidad en la ciudad asediada de Mariúpol.
Rusia ha matado al menos a 1.189 civiles y ha herido a otros 1.901 ucranianos desde que comenzó su ataque a Ucrania en febrero de 2022, según las Naciones Unidas. Es probable que el número real de muertos sea mucho mayor. Este tipo de ataques a civiles durante el conflicto se consideran crímenes de guerra, según el derecho internacional.
Pero los crímenes de guerra suelen ir acompañados de otros crímenes atroces, un término jurídico que también abarca la limpieza étnica, los crímenes contra la humanidad y el genocidio. Y, de hecho, hay pruebas de que Rusia también ha cometido crímenes contra la humanidad, o ataques generalizados contra la población civil de Ucrania. Estos ataques incluyen asesinatos, desapariciones forzadas, violaciones y torturas. También incluyen las deportaciones masivas de ucranianos a Rusia que, según se informa, está llevando a cabo el Kremlin en el este de Ucrania.
Algunos observadores advierten que esta violencia tiene el potencial de convertirse en un genocidio, sobre todo teniendo en cuenta la propaganda rusa y la destrucción física de Mariúpol y otras ciudades. Los funcionarios ucranianos afirman que el genocidio ya ha comenzado. “El bombardeo aéreo de un hospital infantil”, dijo el presidente Volodímir Zelenski el 9 de marzo de 2022, “es la prueba definitiva de que se está produciendo un genocidio de ucranianos”.
Otros expertos no están de acuerdo y argumentan que la violencia rusa no cumple los requisitos legales del genocidio. Sin embargo, dada la magnitud de la violencia rusa en Ucrania, las advertencias de genocidio deben tomarse en serio. El área de estudios sobre genocidios, en el que he trabajado durante mucho tiempo, ha desarrollado marcos para evaluar la amenaza de genocidio en situaciones tan volátiles como esta. Estas herramientas, incluida una utilizada por la ONU, indican que Ucrania corre un riesgo considerable de estar sufriendo genocidio.
Precedente histórico
Genocidio se refiere a “actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. Estos actos no solo implican el asesinato de personas, sino que tratan de destruir al grupo objetivo causando “graves daños físicos o mentales”, creando “condiciones de vida” duras, impidiendo los nacimientos y “transfiriendo por la fuerza” a los niños a otro grupo. Un factor de predicción del genocidio es un historial de violaciones masivas de los derechos humanos y crímenes atroces, incluido el genocidio.
Rusia tiene un largo historial de violencia masiva contra los ucranianos y otros grupos. Tal vez lo más infame sea que la antigua Unión Soviética promulgó políticas agrarias que provocaron escasez de alimentos y una hambruna que mató a millones de ucranianos entre 1932 y 1933. Esto se conoce como el Holodomor, una palabra ucraniana que significa “muerte por hambre”.
Otras atrocidades soviéticas incluyen la deportación forzada de grupos nacionales y étnicos y las purgas políticas masivas. Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, Rusia cometió violencia masiva contra la población civil en Chechenia, Georgia y Siria. Bombardeó y arrasó ciudades como Grozni en 1995 y Alepo en 2016.
Conmoción política
El genocidio y los crímenes atroces también están fuertemente correlacionados con la agitación política, especialmente la guerra. Dicha agitación desestabiliza la sociedad y la hace menos segura, especialmente para los grupos de personas vulnerables a los que se puede culpar de la inestabilidad política o económica.
Se han producido genocidios durante conflictos mundiales, como el genocidio armenio durante la Primera Guerra Mundial, y el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Y también hay genocidios asociados a la conquista colonial y a la invasión, como la destrucción de los pueblos indígenas de América del Norte. Países como China y Camboya también han emprendido proyectos de ingeniería social que han dado lugar a genocidios.
Rusia ha experimentado una serie de conflictos políticos, incluyendo la crisis económica actual. La invasión rusa de Ucrania es el tipo de conflicto armado que suele asociarse a los crímenes atroces.
Ideología y demonización
El genocidio se justifica mediante la propaganda y un lenguaje que devalúa y demoniza a las poblaciones objetivo. Los ejemplos históricos abundan, desde las caricaturas coloniales europeas de los indígenas “brutos” y “salvajes” hasta las representaciones nazis de los judíos como ratas. Rusia utiliza este tipo de lenguaje demonizador para justificar su invasión de Ucrania. En primer lugar, Rusia describe su violencia como necesaria para “desnazificar” Ucrania. El presidente Vladimir Putin, por ejemplo, se ha referido a los dirigentes ucranianos como una “banda de drogadictos y neonazis”.
Y en segundo lugar, Putin ha sugerido que la identidad ucraniana no es real y que, históricamente, “rusos y ucranianos son un solo pueblo, una nación, de hecho”.
Comprender el riesgo
Probar la intención genocida es difícil, especialmente en un tribunal. Esto es evidente en los debates actuales –incluido un caso judicial en curso en la Corte Internacional de Justicia– sobre si Birmania cometió genocidio contra el pueblo rohingya, un grupo minoritario musulmán. Pero puede inferirse por patrones de violencia coincidentes con la definición de genocidio legal.
¿Ha llevado a cabo Rusia actos genocidas?
Rusia ha atacado y matado a civiles y, al parecer, ha deportado a Rusia a cientos de miles de ucranianos, incluidos niños. Y ha bombardeado un hospital de maternidad. También ha generado “duras condiciones de vida” en partes de Ucrania. Ha destruido el suministro eléctrico y de agua, ha privado a los ucranianos de alimentos y ayuda humanitaria y ha desplazado a más de 10 millones de personas dentro y fuera de Ucrania.
Rusia pretende apoderarse y rusificar el Donbás y otras partes del este de Ucrania, donde, si se le toma la palabra a Putin, borrará una identidad ucraniana “imaginaria”. Existe un riesgo significativo de que Rusia cometa un genocidio en Ucrania. De hecho, es posible que ya haya comenzado.
Por:
Alexander Hinton
Distinguished Professor of Anthropology; Director, Center for the Study of Genocide and Human Rights, Rutgers University - Newark
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en The Conversation
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