El pasado lunes, decenas de profesores en Corea del Sur salieron a las calles para protestar por la presión bajo la que trabajan los docentes, la manifestación se dio para hacer un llamado frente a las altas tasas de suicidio de los docentes en meses recientes.
Manifestación
Unos 15.000 trabajadores del sector se manifestaron vestidos de negro frente a la sede de la Asamblea Nacional en Seúl, la capital del país, para pedir a las autoridades que “protejan sus derechos” en las aulas del país, según informaciones recogidas por la agencia de noticias Yonhap.
En principio, la marcha había sido planeada para honrar la memoria de una profesora que se suicidó el pasado mes de julio, tras ser víctima de la violencia en las aulas. Sin embargo, la semana pasada se registraron otros dos casos, lo que provocó que muchos sintieran necesario levantar su voz.
Abuso
Los docentes, que tuvieron que pedir permiso para ausentarse de sus trabajos, pidieron que se investiguen las causas de los suicidios: “La idea de los manifestantes es protestar a favor de la verdad tras estas muertes y pedir una revisión inmediata de los delitos de abuso por parte de menores”, aseveró uno de los organizadores del evento.
Muchos han culpado de los hechos a una reciente ley contra el abuso aprobada en 2014. De acuerdo con esta ley, cualquier persona que sospeche de un caso de abuso infantil puede denunciarlo a las autoridades, sin necesidad de presentar pruebas.
Las autoridades investigarán la denuncia, visitar el presunto lugar de abuso, en este caso, las escuelas e interrogar a las partes pertinentes. Muchos profesores se han quejado porque la ley ha conllevado posibles falsas denuncias, y los ha convertido en objeto de ataques injustos por parte de padres que sienten que sus hijos han sido abusados.
De acuerdo con el medio CNN, que recoge los resultados de una encuesta realizada por el Sindicato de Maestros y Trabajadores de la Educación de Corea, más del 60 % de los 6.243 encuestados dijeron que habían sido denunciados personalmente por abuso infantil o conocían a otro maestro que lo había hecho.
Muchas de esas denuncias no son por abuso sexual, sino por abuso infantil, del que se acusa a los profesores al imponer sanciones disciplinarias o punitivas a los estudiantes, en el marco de las actividades escolares.
Reciente caso
Desde julio inició con fuerza un debate sobre las condiciones que viven los profesores en Corea del sur, después de que se diera a conocer que una maestra de escuela primaria de 23 años se había quitado la vida en su salón de clases, en medio de rumores de intimidación por parte de los padres de un estudiante.
Los hechos ocurrieron en la escuela primaria en Seocho-gu, al sur de Seúl, la mujer fue encontrada muerta un día el martes 18 de julio en la mañana, antes de que comenzaran las clases.
Los medios locales informaron que la maestra sufrió meses de acoso y presión por parte de un padre, cuya hija de primer grado también es presuntamente perpetradora de acoso en la escuela, la escuela negó que hubiera habido acoso.
Días antes de ese hecho se había conocido el caso de otra maestra de escuela primaria en Seúl, que fue presuntamente agredida por un estudiante de sexto grado frente a otros estudiantes, lo que provocó su ingreso en el hospital, donde fue diagnosticada con estrés postraumático.