Juan Pablo Guanipa, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, integra la Junta Directiva que encabeza Juan Guaidó, respaldada por 100 diputados y con reconocimiento internacional de Estados Unidos, la Unión Europea, el Grupo de Lima, el Grupo Internacional de Contacto y otras instancias.
SEMANA: ¿Se sorprendió el 5 de enero al ver diputados que consideraban leales cambiarse de bando? Juan Pablo Guanipa: Todos sabíamos que la dictadura, después de haber impedido el ingreso de los diputados de Amazonas, después de la persecución, del exilio, de la cárcel, de la extorsión, se fue por la compra de diputados. Había una lista de vinculados, pero no certeza en algunos casos. De Luis Parra sí estábamos seguros.
SEMANA: El martes vimos dos Asambleas en funcionamiento, incluso disputándose el edificio. ¿Es lo que veremos de ahora en adelante? J.P.G.: Está claro quién ejerce la presidencia de la Asamblea Nacional. El fondo de todo esto tiene que ver con la búsqueda de legitimidad que Nicolás Maduro quiere, con una Asamblea controlada por él. Parra y compañía son títeres de Maduro. Para nosotros no es un problema ni de bicefalia, ni de dos asambleas ni nada parecido. Nosotros somos la Asamblea Nacional. ¿Queremos defender el recinto? Sí, por el simbolismo que tiene. Ahora, si ellos insisten en mantener ese Palacio tomado militarmente o nos impiden el acceso, tenemos el plan B siempre. "Hemos cometido errores. Pero no se nos puede olvidar quién es el enemigo aquí (Maduro), que tiene vínculos con el narcotráfico y hasta con Hezbolá." SEMANA: ¿Podría convertirse en itinerante el Parlamento? J.P.G.: Podría ser. Vamos a ir todos los días que tengamos que ir. Si nos impiden el acceso, buscaremos un espacio alterno. “Se han cometido errores, pero no podemos olvidar quién es el enemigo (Maduro), que está relacionado con el narcotráfico y con Hezbolá”. SEMANA: Se cumple un año desde que se dijo que se iba a buscar desalojar a Maduro de la usurpación del poder y no ha ocurrido. ¿Qué harán diferente este año, el último de legislatura? J.P.G.: Tenemos que asumir que no hemos logrado el objetivo. Se han cometido errores. Pero también hay que saber caracterizar al adversario. Maduro está vinculado a la guerrilla, al narcotráfico, a la extorsión, al paramilitarismo, al terrorismo, al Hezbolá. No nos estamos enfrentando a cualquiera, sino a unos delincuentes amparados por gobiernos no democráticos, como Cuba, Rusia e Irán.
SEMANA: Se ha dicho que hay que aumentar la presión, pero ¿es suficiente? J.P.G.: La presión es, a mi modo de ver, la única herramienta con la que nosotros contamos. La presión interna, la internacional. Yo no veo otra forma porque esto no es un gobierno democrático, esto es una dictadura y la dictadura no tiene incentivos hasta ahora para salir del poder. Esa presión tiene que ver con la presencia de la gente en la calle, y sé que hay un desgaste, que la gente subsiste, que teme la represión. Son dos factores importantes pero no determinantes. El año pasado la gente salió. SEMANA: Pero ese coraje no es innato, también influye el liderazgo... J.P.G.: Tienes toda la razón, nosotros tenemos que motivar a la gente para que entienda que no es que vamos a lograr un apoyo internacional de la nada, sino que tenemos que lograr ejercer presión que también sirva para nuestros aliados internacionales. SEMANA: ¿Irán a elecciones parlamentarias este año? J.P.G.: Nosotros hemos utilizado todas las vías posibles habidas y por haber para que la solución de la crisis del país sea pacífica y electoral. Creemos en las elecciones, pero lamentablemente la dictadura no da espacio para eso. Hoy por hoy, es imposible nombrar un Consejo Electoral independiente, y la crisis del país no se resuelve solo con elecciones parlamentarias, sino con presidenciales.
SEMANA: ¿Pero qué pasa si convocan parlamentarias? J.P.G.: Si tú pides mi opinión, nosotros no vamos a esas elecciones porque eso es una farsa. Pero eso tiene que discutirlo toda la unidad democrática. SEMANA: Sus dos antecesores en el cargo terminaron, uno refugiado en una embajada y otro preso por varios meses. ¿Tiene miedo? J.P.G.: Claro que tengo miedo, es indudable. Ahora, yo tengo que darle infinitas gracias a Dios que me ha dado la fortaleza para vencerlo. Y por eso estoy aquí. __________________________________
Luis Parra, proclamado presidente de la Asamblea con los votos del chavismo, defiende su posición surgida en una sesión de dudosa cualidad legal. SEMANA: Usted ha dado tres versiones de por qué no se ha visto una lista de nombres de los 81 diputados que usted asegura votaron a su favor. ¿Existe esa lista y se hará pública? Luis Parra: La votación evidente no deja en ningún registro de acta los nombres que votaron (...) Para nosotros, esa discusión ya está en el pasado. Nosotros tenemos que trabajar ahora para volver a la normalidad. SEMANA: Hay un video en el que el jefe de fracción del chavismo, Francisco Torrealba, le ordena sentarse en la silla del presidente del Parlamento, y otro diputado chavista le ordena “cuidar esa mierda”. ¿Usted recibe órdenes del chavismo? L.P.: A mí no me manda ni Torrealba, ni Julio Borges, ni Henry Ramos, ni Trump. No me manda nadie. Yo actúo con conciencia libre.
SEMANA: Usted ha dicho que hay 30 diputados opositores que lo apoyan, pero aquí tengo una lista de 18 nombres que se han confirmado lo hacen. Faltan 12 para llegar a los 30. ¿Quiénes son? L.P.: Esos los vas a ver cuando llegue el momento, porque vamos a seguir sesionando. Le tienes que preguntar a cada diputado con quién está. SEMANA: El 16 de noviembre dijo que el chavismo ha pretendido destruir la Asamblea Nacional, que la han asaltado. Son los mismos que votaron por usted. ¿Qué se siente recibir los votos de ellos? L.P.: Lo mismo que sentí cuando fui candidato a la gobernación (de Yaracuy) y muchos chavistas nos agredían y nos gritaban en la calle. Después se dieron cuenta de que nosotros somos una opción de encuentro y de cambio. Es una gran satisfacción. Distinto es que tú me veas votando por ellos. Nosotros somos una junta directiva de oposición. SEMANA: ¿Considera a Nicolás Maduro un dictador, como lo calificaba en noviembre? L.P.: Lo sostengo. Quien viole la Constitución y crea que con medidas autoritarias puede silenciar a la disidencia, es un dictador. Ahora, queremos allanar el camino del encuentro nacional, del entendimiento, y acabar con la confrontación de poderes.
SEMANA: ¿Su objetivo sigue siendo “cesar la usurpación” como planteó en noviembre pasado? L.P.: No es solo cesar la usurpación. Venezuela es más que los polos. Decidimos dar el paso desde la Asamblea Nacional para sacar al país del secuestro en el que lo tienen ambas cúpulas. Quedarnos en la etiqueta de traidor, usurpador, legítimo o ilegítimo, no ayuda. Queremos resolver los problemas entre nosotros; que los gobiernos del mundo, en vez de injerencia, ayuden a consolidar la vía electoral, sin atajos; acabar con la polarización; no prestarnos más nunca para la confrontación. "Para mí Guaidó es un simple diputado, que tiene que dejar los caminos de la locura y volver a la sensatez." SEMANA: ¿Aún considera a Juan Guaidó presidente encargado de la República, una declaratoria que hizo la Asamblea Nacional y que usted votó a favor? L.P.: Al día de hoy considero que es un diputado que tiene que dejar los caminos de la locura, volver a la sensatez. SEMANA: La Asamblea aprobó un “Estatuto de Transición”. ¿Lo considera vigente? L.P.: Todos los actos parlamentarios que tengamos que revisar para que podamos reencontrarnos, para acabar con la polarización, los tenemos que tomar. Este es un camino que decidimos transitar desde cero. El pasado, pasado es.
SEMANA: Rusia y Nicolás Maduro han reconocido su elección. Estados Unidos, la Unión Europea, el Grupo de Lima, el Grupo Internacional de Contacto y otros la han desconocido. ¿Cómo actuar sin ese reconocimiento? L.P.: Actuando con la verdad. Ellos son libres de apoyar a quien les dé la gana. Lo que sí están obligados es a respetar las decisiones autónomas de un poder. SEMANA: ¿Hubo presiones de Rusia para que Guaidó fuera desplazado, como ha sido denunciado? L.P.: Yo ni conozco al embajador de Rusia. SEMANA: Si le llega una solicitud de aval a una operación financiera o de deuda con Rusia, ¿la llevaría a plenaria para ser discutida y aprobada? L.P.:Todo lo que conlleve el acatamiento y que volvamos a la Constitución, lo vamos a hacer.
SEMANA: Usted ha dicho que se distanció de Guaidó luego de los eventos del 30 de abril. Pero hasta noviembre estaba alienado a su narrativa. El cambio público vino a partir del primero de diciembre, cuando se le acusó de corrupción. ¿Por qué entonces y no antes? ¿Tienen que ver esas acusaciones? L.P.: Porque descubrimos que no había intención de rectificación. En agosto, 70 diputados le dijimos a Guaidó que queríamos una reunión para que rectificaran. Yo le dije a mi partido que aspiraba a la primera vicepresidencia y que no iba a apoyar a Guaidó. A partir de allí montaron esa “olla” (mentiras) porque sabían que yo estaba capitalizando una opción para irrumpir como alternativa democrática.