A sus 96 años, la reina Isabel es un símbolo mundial de longevidad y entereza. La monarca a veces parece tener la energía de un millennial. Se le ve en eventos, inaugurando obras, reuniéndose con celebridades, siempre con la misma altivez y elegancia. Por eso su ausencia en el altamente simbólico “discurso del trono” encendió las alarmas. Se trata de un “momento histórico” en lo que se considera la transición progresiva de una reina anciana determinada a no abdicar en favor de su heredero.
La monarca, de 96 años, suele inaugurar cada nueva sesión parlamentaria leyendo el programa legislativo redactado por el Gobierno para el próximo año. Pero en esta oportunidad le cedió su puesto a su hijo y heredero, el príncipe Carlos.
Durante sus siete décadas de reinado, solo ha faltado a esta cita en dos ocasiones: en 1959 y 1963, cuando estaba embarazada de los príncipes Andrés y Eduardo, respectivamente. Sin embargo, debido a sus “problemas episódicos de movilidad y, tras consultar con sus médicos, decidió a regañadientes” no hacerlo, esta vez, por primera vez en 59 años, explicó la casa real.
Carlos, de 73 años, que reemplaza cada vez más a su madre, no llegó en carroza, sino en un Rolls-Royce oficial con techo transparente, acompañado por su esposa Camila. Tampoco vistió la tradicional capa de armiño, sino un uniforme militar con innumerables condecoraciones; ni llevó la pesada corona ornada con piedras preciosas que presidió la sesión sobre un cojín ante el espacio vacío dejado por el trono ausente de la soberana.
El príncipe de Gales se sentó al lado, en un trono menor que ya ha ocupado en otras ocasiones junto a su madre. Acompañado por Camila y su hijo mayor, Guillermo, de 39 años, número dos en la línea sucesoria, leyó el discurso con la misma voz monótona, solemne y aplicada de la reina, ante los diputados y los lores reunidos en la cámara alta del parlamento.
Todo este boato, que incluyó la llegada de la corona y los cetros en una procesión real, las fanfarrias y los heraldos con sus cargados trajes ceremoniales, demuestra que “la reina sigue al mando”, en palabras del diario Daily Mail. Pero “no se equivoquen, es un momento histórico para la corona”, subrayó el diario. La salud de Isabel II es motivo de preocupación desde que los médicos le ordenaron guardar reposo en octubre y estuvo una noche hospitalizada para someterse a “pruebas” médicas nunca precisadas.
Desde entonces, canceló su participación en eventos destacados y se la ha visto con bastón y dificultades para desplazarse. Pero durante un histórico discurso radiofónico, cuando cumplió 21 años, durante un viaje a Sudáfrica con su familia, el 21 de abril de 1947 la entonces princesa Isabel prometió dedicar toda su vida al servicio de su pueblo y todos la consideran determinada a no abdicar pese a sus crecientes achaques.
Especialmente este año, que del 2 al 5 de junio verá cuatro días de grandes festejos por el “jubileo de platino”, los 70 años de Isabel II en el trono, un récord para cualquier monarca británico.
Una mano amiga de la corona al gobierno de Johnson
El discurso duró menos de nueve minutos y en él Carlos detalló la agenda legislativa elaborada por el gobierno del conservador Boris Johnson, buscando reconquistar a los británicos para los dos años venideros hasta las próximas elecciones legislativas, en las que espera ser reelegido.
El controvertido primer ministro ve desde hace meses amenazada su permanencia en el poder debido a la indignación causada por el denominado partygate, el escándalo de las fiestas ilegales organizadas en Downing Street durante los confinamientos contra la covid-19.
A esto se suma el duro revés electoral sufrido la semana pasada por su partido, que perdió una docena de concejos municipales y casi 500 concejales en las elecciones locales, incluidos importantes bastiones londinenses como Westminster.
Los electores expresaron su preocupación por la crisis del coste de la vida, con una inflación descontrolada que debe superar el 10 % este año. Más de siete millones de adultos y 2,6 millones de niños, en un país de 66 millones de habitantes, vivían en abril en un hogar en el que no se come suficiente, según un estudio publicado el lunes por la Food Foundation, un aumento del 57 % desde enero.
En este contexto, el Gobierno buscará “ayudar a aliviar el coste de la vida”, “reducir las desigualdades”, “respaldar al Banco de Inglaterra en su esfuerzo por devolver la inflación a sus objetivos”, leyó Carlos. Entre los 38 proyectos de nueva legislación figuran también medidas a favor de la transición energética y cambios para “aprovechar las oportunidades” ofrecidas por el Brexit, como nuevas reglas de competencia y el control de la inmigración.
*Con información de AFP.