En un movimiento sorpresivo este miércoles, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció una serie de reformas que llevó a que los funcionarios de su gobierno dimitieran en bloque. Entre los que renunciaron estaba también el primer ministro, Dmitry Medvedev, quien es considerado uno de sus más leales colaboradores y quien incluso fue presidente del país entre 2008 y 2012. Como el propio Putin señaló en su discurso ante la Duma (el Parlamento ruso), la idea es darle más poderes al Parlamento y mermar la influencia de la figura del presidente, cargo que él actualmente ejerce.
"Putin debe salir del poder como presidente en 2024 y nunca ha estado claro qué es lo que va a hacer una vez se vaya. Pero los ajustes constitucionales que ha propuesto son pistas sobre algunas opciones que baraja", dice la corresponsal de la BBC en Moscú, Sarah Rainsford. Una teoría es que podría convertirse en el nuevo y poderoso líder del Consejo de Estado, un cuerpo de asesores con 85 gobernadores regionales y otros funcionarios, incluidos líderes políticos. "El mero hecho de que iniciara la discusión sobre el Consejo de Estado es porque tal vez está tratando de trasladar el poder real para situarse por encima de la presidencia", sugiere Alexander Baunoy, del Centro Carnegie de Moscú. "O podría convertirse en primer ministro nuevamente, ahora que ha debilitado ligeramente los poderes del presidente de Rusia", apunta por su parte Rainsford.
Mishustin fue elegido por una abrumadora mayoría como nuevo primer ministro de Rusia. Getty-BBC Para reemplazar a Medvedev en el cargo de primer ministro, Putin designó al hasta ahora jefe de la oficina de impuestos rusa, Mijaíl Mishustin.
Y este jueves, al ser ratificado por la Duma con una mayoría abrumadora, este funcionario de 53 años se convirtió en el segundo hombre más poderoso del país. Pero ¿quién es Mishustin, que hasta hace algunos días era simplemente un político de bajo perfil? Experto en tecnología "Como el presidente ha enfatizado varias veces, la gente ya debería estar experimentado cambios reales para un mayor bienestar, (pero) hasta ahora esto no está sucediendo donde importa", dijo Mishustin ante los miembros de la Duma para ser elegido. Pero más allá de esa postura, es poco lo que se sabe de este tecnócrata que convirtió la odiada agencia de impuestos rusa en una organización eficiente. Entre los detalles personales, se cuenta que, al igual que Putin, es fanático del hockey, uno de los deportes más populares en Rusia. Además de ser ingeniero y de contar con un doctorado en economía, es experto en tecnología. De hecho, fue eso último lo que lo llevó a ser designado como jefe de hacienda en 2010. E incluso los analistas más críticos del gobierno reconocen que logró modernizar y poner al día la recaudación de impuestos, con la implementación de herramientas de alta tecnología e incluso mediante la incorporación de inteligencia artificial a los procesos.
La Duma ratificó a Mijaíl Mishustin en el cargo de primer ministro de Rusia. Getty-BBC "Si no entendemos cómo el mundo se está desarrollando y cuáles son sus reglas, si insistimos en que nuestro país es parte del orden antiguo, seremos víctimas del nuevo mundo", dijo Mishustin en una entrevista con el periódico ruso Kommersant. Por declaraciones como esa, el diario británico The Financial Times lo catalogó como "el recaudador de impuestos del futuro". Su amor por el hockey también lo ha llevado a ser parte de la junta directiva de la federación rusa de este deporte. Para algunos opositores, como el principal crítico de Putin, Alexei Navalny, la designación de Mishustin y los cambios constitucionales propuestos pavimentan el camino de retorno a una política "de estilo soviética".
Navalny considera además que, si salen adelante, las reformas "serán un fraude". "Cambiar algunos ladrones por otros ladrones no es reforma ni regeneración", cree otro opositor, Lyubov Sobol.