“¡Cuántos años esperé esta foto!”. Con ese comentario en su perfil de Facebook, el director de cine ucraniano Oleg Sentsov comentó la noticia. Otro usuario escribió: “Solo por ver este momento valió la pena vivir”. Ambos se referían a una foto que mostraba a un hombre visiblemente sorprendido vestido con uniforme de camuflaje y sentado en una silla. El pelo despeinado, esposas en las muñecas. Es Viktor Medvedchuk, un político opositor ucraniano, un prorruso conocido como el hombre de Vladimir Putin en Ucrania. Había estado bajo arresto domiciliario en Kiev durante varios meses y huyó poco después de la invasión rusa. Medvedchuk fue capturado en la frontera por el servicio secreto ucraniano, cuando intentaba salir del país.
El presidente Volodimir Zelenski fue quien anunció la noticia en Facebook. El breve texto y la foto recibieron más de 170.000 me gusta en apenas unas horas. Debido a su vínculo con el Kremlin, Medvedchuk se convirtió en una figura simbólica, demonizada por algunos, de la influencia rusa en el país. Las acusaciones en su contra se remontan a la época soviética.
Abogado con presuntas conexiones con la KGB
Para entender el papel de Medvedchuk en la política ucraniana, hay que viajar 20 años en el tiempo. Este hombre de 67 años nació en Rusia, pero sus padres eran ucranianos. Medvedchuk estudió derecho en Kiev y trabajó luego como abogado. Se especula sobre sus conexiones con el servicio secreto soviético, la KGB. En las décadas de 1970 y 1980 fue defensor público en algunos casos de renombre. El más famoso fue el juicio del poeta, activista de derechos humanos y disidente ucraniano Vasyl Stus, quien fue condenado a diez años de prisión y murió encarcelado en 1985. Hace unos años, Medvedchuk demandó con éxito al autor de un libro donde se lo culpaba de ser corresponsable de la dura condena contra Stus.
Cuando Ucrania se independizó en 1991, comenzó el ascenso de Medvedchuk hacia lo más alto de la política local. Fue diputado y, junto a varios oligarcas, encabezó un partido con estrechos vínculos con las autoridades de gobierno. En la cima de su carrera política, entre 2002 y 2005, fue jefe de la oficina presidencial del entonces mandatario Leonid Kuchma y empezó a ser temido como cerebro en las sombras. Tras el triunfo de la Revolución Naranja prooccidental de 2004, se retiró de la política y comenzó a operar como empresario con intereses en los sectores de los medios, la energía y los metales. La edición ucraniana de Forbes estimó su fortuna en 2021 en 620 millones de dólares.
Putin, el padrino de la hija
En esos años, su relación con Vladimir Putin se hizo cada vez más evidente. El origen de esta es aún confuso. Se especula con un pasado común en la KGB. El hecho es que el presidente ruso es padrino de una hija de Medvedchuk. En 2012, el jefe del Kremlin se reunió con el entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich y visitó la villa de Medvedchuk, quien estaba intentando volver a la palestra política. El empresario pretendía llevar a Ucrania a una relación más estrecha con Rusia, pero apenas tenía partidarios y su proyecto fracasó. Según las encuestas, Medvedchuk es uno de los políticos más impopulares del país.
Tras la anexión de Crimea en 2014, sorpresivamente Medvedchuk fue nombrado miembro del grupo de contacto que intentaba poner fin a la guerra en el este de Ucrania. A menudo viajó a Moscú y fue captado junto a Putin. “En esta situación (la guerra del Donbás) no veo a Rusia como agresor”, dijo a DW en 2018. A nivel interno, Medvedchuk era cada vez más poderoso. Fue elegido parlamentario y se convirtió en uno de los líderes del partido prorruso Bloque Opositor - Por la Vida.
¿Intercambio con prisioneros?
Cuando en 2019 Volodimir Zelenski asumió la presidencia de Ucrania, Medvedchuk perdió influencia. Fue destituido como miembro del grupo de contacto y algunos canales de televisión de su imperio perdieron la licencia para transmitir. En mayo de 2020 se abrió un proceso en su contra por presunta traición al Estado, y fue puesto bajo arresto domiciliario. Está acusado, entre otras cosas, de hacer negocios ilegales con los separatistas del Donbás.
Ironía de la vida: Medvedchuk participó en 2014 en un intercambio de prisioneros en el este de Ucrania. Ahora él mismo podría ser canjeado por soldados ucranianos capturados por el Ejército ruso, o incluso por niños ucranianos cautivos en Rusia. El presidente Zelenski, al menos, hizo dicha promesa. Está por verse cómo responderá Putin. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el miércoles 13 de abril que Medvedchuk no es ciudadano ruso ni tiene relación alguna con la “operación especial”, que es como llaman en Rusia a la invasión de Ucrania.
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