Camina sembrando muerte de un lado a otro, con una camiseta negra, un pantalón marrón, protectores auditivos y un rifle de asalto. Un joven de 21 años entró este sábado en una tienda de Walmart en El Paso, cerca de la frontera de Estados Unidos con México, y comenzó a disparar contra la gente que estaba allí: decenas de familias y otras personas habían acudido a comprar materiales para el nuevo curso escolar. Como resultado, al menos 20 personas murieron y otras 26 resultaron heridas, en uno de los peores tiroteos masivos en los últimos 20 años en Estados Unidos. "Es un día triste en la historia de El Paso", aseguró el gobernador del estado, Greg Abbott. Según informó la policía el joven fue el único atacante y no se resistió a los oficiales al momento de ser arrestado. Las autoridades locales no lo identificaron de manera inmediata, pero medios locales y la televisora CBS, socia de la BBC, lo nombraron como Patrick Crusius. "No lo vamos a identificar ahora, pero podemos decir que es un joven de 21 años oriundo de Allen, Texas", indicó la policía. Al parecer, el sospechoso viajó hasta El Paso para perpetrar la masacre. Las motivaciones La policía indicó que investigaba "potenciales nexos" del atacante con "grupos de odio" tras la aparición de un "manifiesto" de supuesta autoría del joven que recurre al lenguaje de "supremacistas blancos". "Ahora tenemos un manifiesto de este individuo que indica en cierto grado una conexión con un posible crimen de odio", afirmó el jefe de policía de El Paso, Greg Allen. Les recomendamos: Gilroy un tiroteo en un festival de comida en California deja 4 muertos y 15 heridos Durante la conferencia de prensa, las autoridades indicaron que el documento estaba cargado de "odio, intolerancia y fanatismo". Según el "manifiesto" el ataque fue una respuesta a la "invasión hispana de Texas".
Afuera de la tienda se apreciaron escenas de dolor. Foto: EPA "Incluso si otros objetivos no inmigrantes tuvieran un mayor impacto, no puedo obligarme a matar a mis conciudadanos", indica el documento que la policía investiga. El texto también expresa simpatías hacia el autor de los tiroteos en la mezquita de Christchurch, en Nueva Zelanda, en los que 51 personas murieron en dos ataques consecutivos en marzo. El FBI, por su parte, indicó que se necesitaba un mayor trabajo de investigación para determinar si se trataba de un crimen de odio. De acuerdo con la televisora CNN, la policía estaba trabajando después del tiroteo para eliminar una cuenta de Facebook e Instagram asociada con el sospechoso. Durante una conferencia de prensa tras el ataque, las autoridades informaron que estaban buscando la posibilidad de imponer cargos por asesinato.