El Tribunal Supremo británico debe anunciar este lunes quién controlará las 31 toneladas de oro venezolano depositadas en el Banco de Inglaterra que se disputan el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y los representantes del opositor Juan Guaidó, presidente interino.
Ambas partes designaron comités de gestión del Banco Central de Venezuela (BCV), “que han dado instrucciones divergentes sobre las reservas internacionales del país”, de las cuales el Banco de Inglaterra posee alrededor de mil millones de dólares en oro, dijo la Corte Suprema en un comunicado.
El BCV nombrado por Maduro quiere recuperar las toneladas de oro depositadas en el banco británico, pero por ahora, no puede acceder porque Londres reconoce como presidente interino a Juan Guaidó.
Autoproclamado jefe del Estado en 2019 con el apoyo de Estados Unidos, Guaidó es considerado el presidente interino por unos cincuenta países que por ende, no reconocieron la reelección de Nicolás Maduro en 2018.
En 2020, el banco central venezolano recurrió a la justicia británica, que inicialmente falló a favor de Guaidó, antes de que el tribunal de apelaciones anulara la sentencia. A continuación, el bando de Guaidó decidió llevar el caso ante el Tribunal Supremo.
Tras tres días de audiencias en julio, el Tribunal debe pronunciarse ahora este lunes.
Los abogados de Maduro argumentan que Reino Unido reconoce efectivamente su presidencia, en particular a través de las relaciones diplomáticas.
Según ellos, la venta del metal precioso al Gobierno podría, entre otras cosas, ayudar a financiar la lucha contra la covid-19.
Según los datos oficiales, Venezuela, de treinta millones de habitantes, registró 440.000 contagios y más de 5.000 muertos. Tanto la oposición como algunas ONG acusan al poder de falsear las estadísticas.
El Gobierno de Guaidó asegura en cambio que el dinero serviría a reprimir el pueblo o llenaría los bolsillos de una “cleptocracia”.
Maduro, ¿presidente de facto?
Para demostrar su buena fe, ante las acusaciones de malversación formuladas por el equipo de Guaidó, el BCV había propuesto en abril que el oro se transfiriera directamente al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El organismo dijo que estaba dispuesto a considerarlo bajo condiciones.
La situación es ambigua: como Estados Unidos, Londres no reconoce la legitimidad del nuevo parlamento y reitera su apoyo a Juan Guaidó, que no tiene poder en el país.
Pero al mismo tiempo, Reino Unido mantiene una embajada en Caracas, aunque con relaciones diplomáticas reducidas.
De hecho, en octubre de 2020, el tribunal de apelaciones tomó en cuenta estos argumentos y dictaminó que una declaración política no equivalía a una decisión gubernamental.
Según el tribunal, el ejecutivo de Boris Johnson podía reconocer “de facto” el poder de Maduro, con cuya administración sigue manteniendo relaciones diplomáticas.
La Corte Suprema debe ahora decidir “si el gobierno británico reconoció al presidente interino Juan Guaidó como jefe de Estado de Venezuela y, si es el caso, si una impugnación de sus decisiones sobre la dirección del banco central de Venezuela es válida ante un tribunal británico”, dijo la máxima autoridad judicial de Reino Unido.
Si el Tribunal Supremo falla a favor de la dirección del BCV designada por Juan Guaidó, sentaría un precedente que la oposición, que sufrió una aplastante derrota en las elecciones regionales de noviembre, espera utilizar para recuperar los activos venezolanos depositados en otros bancos europeos.
En Estados Unidos, la gestión de los activos del país rico en petróleo ha sido confiada a Guaidó.
*Con información de AFP.