A pesar de las cifras positivas en generación de empleo en Estados Unidos que publicó el Gobierno este 5 de agosto, la palabra “recesión” sigue estando presente en la mayoría de los ciudadanos, tanto que es una de las más consultadas en ese país en el buscador Google, según da a conocer Bloomberg.

Incluso, el medio de comunicación se atreve a concluir que la búsqueda de este concepto está “correlacionada con la disminución de la confianza del consumidor” en Estados Unidos.

Según lo publicado por el medio estadounidense, “hay una correlación del 78 % entre la creciente mención de ‘recesión’ en Google y el aumento de los costos de combustible este año (...), y un 82 % de correlación de la búsqueda de esta palabra con la caída del índice Standard & Poor’s 500 este año”.

Este dato podría preocupar a los inversionistas, llevarlos a deshacerse de sus acciones y afectar de manera negativa la economía de Estados Unidos, concluye Bloomberg.

Todo esto se da luego de que se conociera que el producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos volviera a contraerse en el segundo trimestre, aumentando el riesgo de recesión en la mayor economía mundial y a pocos meses de unas elecciones clave para Joe Biden.

Según cifras publicadas por el Departamento de Comercio, la contracción del PIB fue del 0,9 % en proyección anual, la medida preferida en Estados Unidos y que compara la actividad de un trimestre con el anterior; luego, la proyecta al resto del año. En el primer trimestre, el PIB se contrajo 1,6 %.

La definición comúnmente aceptada de recesión corresponde a dos trimestres consecutivos de disminución del PIB, pero muchos economistas, y también la administración de Joe Biden, afirman que la economía no está necesariamente en recesión, pues muestra otros indicadores favorables, como los datos del mercado laboral.

Con estos datos renace el debate de si Estados Unidos entró o no en recesión. Solo un organismo en Estados Unidos tiene autoridad para determinar oficialmente los periodos de recesión, el National Bureau of Economic Research (NBER, Oficina Nacional de Investigación Económica), pero lo hace con un retraso de varios meses.

“Consideramos una serie de indicadores”, explica la entidad en su página web que, de todas maneras, señala “la amplitud del declive de la actividad” económica. “Esto no se parece a una recesión”, sostuvo Biden, señalando, entre otros, la fortaleza del mercado laboral como un antiargumento.

En tanto, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sostuvo que la economía estadounidense es “resiliente”, aunque sí se “desacelera”. “La mayoría de los economistas y de los estadounidenses tienen una definición similar de recesión: pérdidas sustanciales de empleos y despidos masivos (...). No es lo que vemos en este momento”, sostuvo Yellen durante una conferencia de prensa.

La jerarca reiteró su visión de que el país está “en transición hacia un crecimiento más estable y duradero”. La oposición percibe la situación de forma distinta. “Primicia para Joe Biden: no se puede cambiar la realidad discutiendo sus definiciones”, reaccionó el Partido Republicano.

De su lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó considerablemente a la baja su expectativa de crecimiento de Estados Unidos para este año y ahora espera 2,3 %, cuando en abril proyectaba 3,7 %. La entidad tomó en cuenta los efectos de la inflación y “un crecimiento más débil a comienzos de año”.

La economía estadounidense se contrajo 3,4 % en 2020 como consecuencia de la crisis de covid-19 y después repuntó 5,7 % en 2021. Todas estas cifras y datos motivan a que los ciudadanos de Estados Unidos sigan buscando en Google la palabra “recesión” y a que esta acción pueda repercutir en términos de un pánico económico que se vive en el país del norte.

*Con información de Bloomberg y AFP.