En un referéndum histórico, Cuba le dijo sí al matrimonio entre personas del mismo sexo, según confirmó en esta jornada el Consejo Nacional Electoral (CNE) de ese país. El ente indicó que el 74,1 % de los ciudadanos habilitados para sufragar había acudido a las urnas.
Con el 94 % de los votos escrutados, 3.936.790 personas habían votado a favor de la normativa, en el marco de un código de familia que amplía la protección a las minorías en la isla.
Con estos resultados no solo se legaliza la unión igualitaria sino también la adopción gay y el vientre subrogado (vientre de alquiler). “El Código de las Familias ha sido ratificado por el pueblo”, afirmó la presidenta del CNE, Alina Balseiro.
Balseiro indicó que, en horas de la mañana, todavía estaban pendientes por cerrar 36 circunscripciones (especialmente en el oriente del país) por cuenta de las fuertes lluvias y la cercanía del huracán Ian.
A través de su cuenta de Twitter el presidente de la isla, Miguel Díaz Canel, celebró los resultados de la convocatoria nacional, de la que destacó que constituía un precedente.
“Ganó el Sí. Se ha hecho justicia. Aprobar el #CódigoDeLasFamilias es hacer justicia. Es saldar una deuda con varias generaciones de cubanas y cubanos, cuyos proyectos de familia llevan años esperando por esta Ley. A partir de hoy seremos una nación mejor”.
Se necesitaba más de un 50 % del apoyo para poder salir adelante y; de acuerdo a cifras oficiales, a las urnas se acercaron 6.251.786 electores, correspondientes al 74, 1 % del padrón. De los 5.891.705 votos válidos, 1.950.090 rechazaron la iniciativa.
Ahora, el proyecto entra a regir de forma inmediata, reemplaza al que se aplicaba desde 1975 y empieza a catalogar el matrimonio como “la unión entre dos personas”. Además, abre la puerta legal para que varios padres y madres (aparte de los biológicos) gocen de reconocimiento, y agrega otros derechos a favor de los niños, adultos mayores y discapacitados.
La Asamblea Nacional cubana aprobó hace dos meses el llamado Código de las Familias, un proyecto que fue sometido a votación popular este domingo y que tiene como uno de sus principales objetivos “proteger a los sectores vulnerables de la sociedad”.
Se trata también de la primera vez que Cuba somete una normativa, diferente a la Carta Magna, a un referéndum. La isla ha enfrentado durante los últimos meses un panorama de crisis económica y éxodo migratorio que, luego de las movilizaciones de julio de 2021, llevaron a que algunos se abstuvieran de ir a las urnas en señal de protesta. Otros optaron por el ‘no’.
“Creo que he sido uno de los primeros en decir No. Aquí no hay comida, productos de aseo, estamos sobreviviendo, y con tremendos apagones, no veo razón para decir Sí”, afirmó José Callejas, en La Habana Vieja.
Para el experto cubano, Rafael Hernández, esta normativa representa “la pieza de legislación más importante en materia de derechos humanos”, después de los cambios que llegaron al comienzo de la revolución de 1959.
En el país estuvieron convocados a ejercer su derecho al voto más de ocho millones de personas (de forma voluntaria y secreta), y se dispusieron alrededor de 24 mil colegios electorales.
El gobierno cubano intentó introducir en la Constitución la unión igualitaria hace tres años; sin embargo, el rechazo de las iglesias católica y evangélica hicieron que se diera “un paso al costado”.
En la región, el matrimonio entre personas del mismo sexo es permitido en Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Chile, Costa Rica, Argentina y en algunos estados de México. Por su parte, el “vientre de alquiler” tiene luz verde en dos estados de ese último país.