El Papa Francisco viajará este sábado 2 de abril a Malta para clamar contra la política de ‘puertos cerrados’ que impide a los barcos de rescate desembarcar a los migrantes en la isla que por su posición en le Mediterráneo es uno de los puntos de destino y para reforzar la necesaria acogida de estas personas.

Según la agenda publicada por el Vaticano, el pontífice pronunciará seis discursos en dos días en los que, además de la capital La Valeta, visitará las ciudades de Rabat, Floriana, Halfar y Gozo.

Este desplazamiento, que estaba previsto para mayo del 2020 pero tuvo que ser aplazado por la pandemia, constituirá su primer viaje internacional en 2022.

El obispo de Roma llegará a Malta el sábado por la mañana y mantendrá reuniones con el nuevo primer ministro, Robert Abela, que ganó las elecciones gubernamentales el pasado domingo.

El hecho de haber celebrado los comicios exactamente una semana antes de la llegada del papa ha obstaculizado las preparaciones de la visita, según aseguró en un encuentro telemático con periodistas al párroco de la Basílica de Cristo Rey en Paola (Malta), Marc André Camilleri.

En todo caso, se espera una buena acogida al papa en el país y la archidiócesis de Malta aseguró que ya no hay entradas para la misa que celebrará el domingo en Floriana, junto a las murallas de La Valeta.

Por otro lado, la sombra de la corrupción que dejó tras de sí el asesinato con coche bomba de Daphne Caruana Galizia en 2017 también estará presente en el viaje. La periodista, que fue asesinada a pocos metros de su chalé, tenía un blog de información muy influyente que destapó varios y complejos escándalos de corrupción, entre ellos la rama maltesa de los papeles de Panamá.

Para el sacerdote Camilleri, es muy probable que el papa dirija un discurso sobre la corrupción. Otro de los momentos más destacados será la visita al santuario de Ta’Pinu, en la isla de Gozo, el sábado por la tarde. Para llegar a este punto de peregrinación muy destacado en Malta, el obispo de Roma se subirá a un catamarán.

Con toda probabilidad, el Papa clamará contra las políticas de rechazo a los inmigrantes que son rescatados por los barcos humanitarios. El Gobierno de Malta ha cerrado en muchas ocasiones los puertos impidiendo el desembarco de estas personas. Foto REUTERS / Gonzalo Fuentes | Foto: Reuters

La responsable de Evangelización de la archidiócesis de Malta, Nadia Delicata, destacó en una conferencia de prensa virtual que “este evento marca una de las prioridades del viaje” que es “revalorizar el papel de la religiosidad popular”.

“Es algo muy asentado en Malta, donde las procesiones de Semana Santa o las fiestas religiosas tienen mucho arraigo. El reto está en conseguir que estas devociones tengan una profundidad en los fieles, que no se limiten a demostraciones superficiales, sino que sirvan para regenerar la fe”, aseguró.

El domingo, el papa visitará la gruta de San Pablo, otro momento importante del viaje. La tradición histórica de la Iglesia sitúa en estas islas del Mediterráneo, al sur de Sicilia, el naufragio de san Pablo, tal y como se recoge en los ‘Hechos de los Apóstoles’.

San Pablo residió en Malta en el año 60 precisamente en el lugar que visitará el papa, como también hicieron sus antecesores san Juan Pablo II y Benedicto XVI.

En la ciudad de Floriana, celebrará una misa para los católicos y por la tarde visitará el centro de migrantes ‘Juan XXII Peace Lab’, en Hal Far, donde viven gracias a esta institución católica migrantes y solicitantes de asilo que han llegado en patera, la mayoría procedentes desde las costas de Libia.

Malta es una isla con una superficie de 316 kilómetros cuadrados y 500.000 habitantes, lo que hace que tenga una de las densidades poblacionales por kilómetro cuadrado más altas del mundo. Por su cercanía con el norte de África, es un destino preferente para las personas que huyen de África, sobre todo, de Sudán, Bangladesh y Eritrea.

La demanda de solicitudes de asilo ha crecido enormemente en los últimos años, aunque la mayoría son finalmente rechazadas. Con todo, la presión migratoria en Malta es muy significativa. Según Eurostat, en 2018 Malta era el país europeo con mayor proporción de migrantes por cada 1.000 habitantes (54,6), seguido muy de lejos por Luxemburgo (40,5) y Chipre (26,9).

Por ello, no es de extrañar que en el último eurobarómetro, los ciudadanos malteses señalaran las migraciones como la principal amenaza que enfrenta la Unión Europea (58 %), muy por encima de cualquier otro país.

Con toda probabilidad, el Papa clamará contra las políticas de rechazo a los inmigrantes que son rescatados por los barcos humanitarios. El Gobierno de Malta ha cerrado en muchas ocasiones los puertos impidiendo el desembarco de estas personas.

* Con información de Europa Press