Después de que la salud de la reina se viera comprometida por su caso de contagio de coronavirus, confirmado el pasado 20 de febrero, y de que por esta razón hubiese tenido que cancelar de manera temporal su agenda, la reina Isabel II de Inglaterra, quien cumple 70 años en el trono británico, anunció que tomó la decisión de dejar de forma permanente el lugar que, por décadas, ha servido como residencia a la monarca y a algunos de sus antecesores: el palacio de Buckingham, en el centro de Londres.
De acuerdo con medios de ese país, entre los que se cuenta el Daily Mail, pese a que la reina siempre ha gozado de buena salud, esta decisión emana de un deseo de seguirla cuidando, en tanto a sus 95 años, los efectos de sus siete décadas frente al trono y el desgaste propio de la edad han comenzado a ser evidentes.
La decisión de la reina estaría encaminada a evitar tantos viajes y desplazamientos, buscando un espacio en el que pudiese estar más tranquila, y llevar una vida quizá menos agitada.
Por esa razón, el lugar elegido, según detallan medios británicos, es el castillo de Windsor, escenario que a su vez tiene un valor sentimental muy importante para la monarca, y la provee de de un estilo de vida más tranquilo y en contacto con la naturaleza.
Precisamente, Windsor había sido el lugar elegido meses atrás por la reina y su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, para pasar la pandemia, siendo a su vez el lugar en el que, hace casi un año atrás, en abril de 2021, falleciera el consorte de la reina.
Así, las labores de la reina se trasladarán permanentemente al nuevo lugar mencionado, cambiando la residencia real oficial que operaba desde 1837 y que, además, actualmente entró en un considerable proceso de reparaciones locativas que implican la intervención de más de 770 habitaciones.
Es decir, la reina seguirá cumpliendo con sus compromisos, incluidos la recepción de visitas de estado, y su audiencia semanal con el primer ministro, pero ahora en las instalaciones de Windsor. En cuanto a las reuniones con distintos entes, la reina optaría por seguir apostando a una ventana que se le abrió en el marco de la actual pandemia de coronavirus: las reuniones virtuales.
La importancia de Windsor para la reina
Además de ser un lugar tangencialmente menos agitado que el centro de Londres, el castillo de Windsor, nueva residencia oficial de la reina Isabel, le representa la oportunidad de estar en un ambiente más natural, rodeada de animales, situación muy importante dado el manifiesto gusto de la longeva mandataria por compartir con varias especies, incluidos sus perros y caballos.
No obstante, además de la importancia de un lugar más tranquilo para pasar los que podrían ser sus últimos años, Windsor, un terreno que comprende cerca de cinco hectáreas, tiene un valor sentimental muy importante para al soberana, en tanto en ese lugar se registró la reciente muerte de su esposo, quien además se encuentra sepultado en la bóveda real ubicada en ese mismo terreno.
Además de estar cerca a los restos de su esposo, la reina también estará cerca del lugar donde reposan los restos de sus padres, la reina madre, y el rey Jorge VI, quienes yacen en la capilla de San Jorge.
La permanencia de la reina Isabel en Windsor también le permitirá estar rodeada de algunos de sus más cercanos miembros de la familia real, pues en ese mismo lugar habita el príncipe Andrés (el duque de York), y muy cerca de allí también lo hace el príncipe Eduardo (conde de Wessex), los dos hijos menores de la monarca.
¿Qué obras están desarrollando en el palacio de Buckingham?
En este lujoso lugar, hasta ahora residencia real de Inglaterra, cuenta con más de 770 habitaciones, las cuales, en su mayoría, entraron en proceso de arreglo y modernización, en un proyecto que implica el pago de una suma cercana a los 400 millones de libras, y que se podría extender hasta 2027.
Las obras además de modernización, implican un cambio en el sistema de tuberías y cableados, así como en las calderas o mecanismos de calefacción del lugar.
Según medios especializados, se prevé que el próximo ocupante del palacio de Buckingham sea el príncipe Carlos y su esposa Camila, no obstante, esta condición solamente se daría cuando, tras la muerte de la reina Isabel, este tenga que asumir la corona. En caso de una eventual abdicación, la persona encargada de asumir sería el príncipe William de Cambridge.