El palacio de Buckingham había informado el jueves pasado que la Reina Isabel II tenía la “firme intención” de participar en la ceremonia del Recuerdo (homenaje a las víctimas de la guerra). Sin embargo, no pudo asistir al evento debido a que presentó nuevamente algunos inconvenientes físicos.
“La reina, que se torció la espalda, decidió con gran pesar que no podrá asistir al servicio dominical del Recuerdo en el Cenotafio. Su Majestad está decepcionada por perderse el servicio”, señaló la realeza británica en un comunicado de prensa.
Esta debía ser la primera aparición pública de la monarca desde su breve hospitalización el mes pasado, pero sus médicos estimaron que no era razonable que se desplazara en coche ni estuviera de pie durante la ceremonia.
“Es muy triste para ella porque es el único evento del año al que realmente le gusta asistir. El público estará muy triste y preocupado al enterarse de este nuevo contratiempo, pero está claro que tiene que seguir los consejos y recuperarse”, afirmó Penny Junor, experta en la monarquía.
La reina Isabel II solo había faltado a esta ceremonia en otras seis ocasiones durante su largo mandato, producto de sus largos viajes en el extranjero y porque estaba embarazada de sus dos hijos menores.
El príncipe Carlos, que cumplió 73 años este domingo, depositó una corona de flores en nombre de su madre en el Cenotafio, un monumento de guerra en el centro de Londres, como lo ha hecho desde 2017. Además, el heredero al trono empezó a tomar algunas de las funciones de la monarca.
Pese a que el primer ministro Boris Johnson intentó calmar a la población, el estado actual de salud de la reina preocupa bastante a los británicos. “Quisiera tranquilizarlos a todos, la vi en nuestra audiencia la semana pasada en Windsor y está muy bien”, precisó el mandatario.
El pasado 20 de octubre, Isabel II aceptó el consejo de sus médicos de guardar reposo durante unos días después de asistir a una recepción en el castillo de Windsor junto al primer ministro británico y Bill Gates, quien estaba de visita en Reino Unido.
La monarca pasó posteriormente la noche en el hospital para someterse a varias pruebas sobre las que no se dieron muchos detalles. La falta de información avivó las dudas sobre su salud, así como las críticas sobre la falta de transparencia del palacio de Buckingham.
Los médicos le aconsejaron a la reina Isabel II prolongar su reposo y anular su participación en varios actos públicos, por lo cual no asistió a la COP26 en Glasgow. Los príncipes Carlos y Guillermo representaron a la familia real en ese importante evento. También anuló un viaje de dos días a Irlanda del Norte.
La reina, cuyo esposo, el príncipe Felipe, murió en abril pasado a la edad de 99 años, fue vista recientemente caminando con un bastón, un hecho que no se veía desde 2004. Isabel II sucedió a su padre, el rey Jorge VI, en 1952 y el año que viene cumplirá setenta años en el trono.
*Con información de la AFP.