Cinco búlgaros residentes en el Reino Unido, acusados de espiar para Rusia, comparecieron este martes en una audiencia inicial.
Los tres hombres y dos mujeres están acusados de “conspirar para reunir información con la intención de que le sea directa o indirectamente útil a un enemigo”, es decir, Rusia, entre agosto de 2020 y febrero de este año.
Se acusa a los cinco de formar parte de una red de vigilancia en beneficio de Rusia. Buena parte de la actividad tuvo lugar fuera del país, pero la coordinación se realizó en el Reino Unido, según los fiscales.
Orlin Roussev, de 45 años; Bizer Dzhambazov, de 41; Katrin Ivanova, de 31; Ivan Stoyanov, de 31, y Vanya Gaberova, de 29, comparecieron por videoenlace ante la corte de Westminster, en Londres. Los sospechosos, encarcelados en distintas prisiones, solo hablaron para confirmar detalles.
Agentes del antiterrorismo de la Policía Metropolitana los arrestaron en febrero por violación de la ley de secretos oficiales.
Pasaportes falsos
Roussev, Dzhambazov e Ivanova fueron acusados en febrero de poseer documentos de identidad falsos, pero la noticia trascendió apenas en agosto.
Se les acusa de poseer 34 documentos de identidad, algunos de ellos presuntamente falsos, del Reino Unido, Bulgaria, Francia, Italia, España, Croacia, Eslovenia, Grecia y República Checa.
Los cinco seguirán presos hasta su próxima comparecencia ante la Corte Penal Central el 13 de octubre.
Han trascendido escasos detalles sobre los sospechosos y cómo operaban. Roussev trabajaba en servicios de telecomunicaciones y su perfil en LinkedIn dice que era dueño de una empresa de inteligencia artificial llamada NewGenTech.
Se dice que vivía en una casa de huéspedes en Great Yarmouth, en la costa oriental de Inglaterra, cuando lo arrestaron.
El perfil de Ivanova la describe como ayudante de laboratorio médico, en tanto que documentos del gobierno revelan que Gaberova era cosmetóloga, administradora de un salón en Londres llamado Pretty Woman, desde 2019. La prensa británica ha publicado fotos de Gaberova en competencias de extensión de pestañas.
Se acusa a los sospechosos de conspirar con “otra persona conocida como Jan Marsalek y otros desconocidos”.
Marsalek, un ciudadano austríaco que no está acusado en el caso de los cinco, es el exgerente de operaciones de Wirecard, un proveedor alemán de sistemas de pago que colapsó en 2020 debido a un fraude escandaloso.
Marsalek, considerado un participante clave en ese escándalo, está prófugo desde mediados de 2020 y se desconoce su paradero.
En Alemania también
La noticia tiene como contexto el hecho de que el Reino Unido es uno de los principales apoyos de Ucrania frente a la invasión rusa.
Así mismo, las relaciones entre Londres y Moscú son tensas desde hace dos décadas, marcadas en particular por el envenenamiento en suelo británico en 2006 del exagente de los servicios de seguridad rusos Alexander Litvinenko, que murió a consecuencia de ello, y luego en 2018 del exagente doble Serguéi Skripal, que sobrevivió.
La detención de presuntos espías del gobierno ruso no ha dejado de ser noticia en los últimos meses en aquellos países que están apoyando a Ucrania contra Rusia, como es el caso de Alemania.
A comienzos de este mes, un funcionario del ejército de ese país fue arrestado por sospechas de actividades de espionaje para Rusia, informó la Fiscalía germana.
El caso es el último de una serie de detenciones de presuntos espías que se multiplicaron con el creciente apoyo de Berlín a Ucrania ante la invasión rusa.
El detenido, identificado como Thomas H., estaba a cargo de la gestión de equipamientos militares del principal servicio de informática y logística de la Bundeswehr, las Fuerzas Armadas alemanas.
“Se sospecha que trabajó para un servicio de informaciones extranjero” y que ofreció sus servicios “a la embajada de Rusia en Berlín”, precisó la Fiscalía en un comunicado.
Sus funciones le permitían acceder a informaciones sensibles sobre el material militar alemán, dado que la oficina en la cual trabajaba estaba a cargo de las pruebas, el aprovisionamiento y la gestión del material militar de la Bundeswehr.
En la primavera boreal de 2022, Alemania expulsó a cerca de cuarenta diplomáticos rusos por considerar que representaban una amenaza para su seguridad.
El 18 de octubre, el jefe de la agencia alemana de ciberseguridad fue despedido, después de revelaciones sobre su presunta falta de distancia con Rusia.
En diciembre, un agente de inteligencia alemán fue detenido en Berlín, por sospechas de que transmitió informaciones sensibles a Rusia.
Con información de AP y AFP.