Reino Unido afirmó este sábado que posee informaciones fidedignas sobre maniobras de Rusia para “instalar un dirigente prorruso en Kiev”, en momentos en que crecen los temores de que Moscú lance una invasión a Ucrania.
Según un comunicado del Foreign Office, los servicios de inteligencia rusos mantuvieron contactos con varios políticos ucranianos y “el exdiputado Yevhen Murayev es considerado como un dirigente potencial” de esta exrepública soviética, “aunque no el único”.
Rusia rechazó la versión y acusó a Londres de propagar “desinformación”. “Desinformación que circuló (el gobierno británico) es otra muestra de que los países de la OTAN, encabezados por naciones anglosajonas, son los que están provocando tensiones sobre Ucrania”, indicó el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores en Twitter.
La secretaria británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, citada en el comunicado, afirma que el informe revela “la magnitud de la actividad rusa destinada a desestabilizar Ucrania”.
Truss insta a Rusia a iniciar una “desescalada” y a “poner fin a sus campañas de agresión y desinformación, prosiguiendo el camino de la diplomacia”.
Estas acusaciones se publican al día siguiente de que los jefes de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, y estadounidense, Antony Blinken, se reunieran en Ginebra para tratar de rebajar las tensiones en la frontera ruso-ucraniana y acordaran proseguir sus conversaciones “francas” la próxima semana.
Para Estados Unidos, las acusaciones del Reino Unido son “profundamente preocupantes”.
“Este tipo de planes son profundamente preocupantes. El pueblo ucraniano tiene el derecho soberano de determinar su propio futuro, y respaldamos a nuestros socios democráticamente electos en Ucrania”, expresó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Emily Horne.
Los países occidentales acusan a Rusia de desplegar tanques, artillería y unos 100.000 soldados en la frontera con Ucrania para preparar un ataque.
El Kremlin niega cualquier intención bélica, pero condiciona la desescalada a tratados que garanticen la no expansión de la OTAN, en particular a Ucrania, así como la retirada de la Alianza Atlántica del este de Europa, algo que los occidentales consideran inaceptable.
El martes pasado, la Casa Blanca afirmó que el presidente ruso Vladimir Putin podría ordenar el ataque “en cualquier momento” y advirtió que occidente “no descarta ninguna opción”.
En el comunicado del sábado, Truss afirmó que “cualquier incursión militar en Ucrania sería un gran error estratégico” y tendría para Rusia “graves costes”.
El jefe de la Armada alemana, Kay-Achim Schönbach, descalificó el escenario de una invasión rusa de Ucrania como “sinsentido”. Esas declaraciones provocaron su dimisión este mismo sábado, según anunció el Ministerio de Defensa alemán.
Los nombres de la lista
En la lista de personas -mencionadas con nombre y apellido en el comunicado británico- que habrían sido sondeadas por los servicios rusos, figura igualmente el ex primer ministro Mykola Azarov, que huyó a Rusia junto al entonces presidente Viktor Yanukovic en 2014, tras un levantamiento popular en Kiev.
Los otros son el ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa Vladimir Sivkovich (sancionado esta semana por Estados Unidos junto a otros tres políticos ucranianos por su supuesta cooperación con los servicios de inteligencia rusos), el ex viceprimer ministro Serhiy Arbuzov y el ex jefe de gabinete presidencial Andriy Kluyev.
La acusación del Reino Unido se produce además apenas unas horas después de que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aceptara una invitación para reunirse con su par británico, Ben Wallace, para hablar de la crisis en la frontera ucraniana. El encuentro tendrá lugar en Moscú.
La reunión bilateral, que sería la primera desde 2013, pretende “explorar todas las vías para lograr la estabilidad y la resolución de la crisis ucraniana”, indicó el sábado una fuente del Ministerio de Defensa británico.
*Con información de AFP