El Gobierno británico anunció el martes un endurecimiento de su posición contra el gigante chino de equipos de telecomunicaciones Huawei al excluirlo de su red 5G, lo que genera el riesgo de exacerbar las tensiones con Pekín. El primer ministro conservador Boris Johnson preside el martes el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), que debe sellar el futuro de Huawei en la red británica tras meses de fuerte presión por parte del gobierno de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump acusa al grupo tecnológico chino de ser un espía de Pekín, lo que Huawei niega. Así mismo, los medios de comunicación británicos anunciaron que proveedores de telefonía móvil del Reino Unido deben eliminar todo el kit 5G de Huawei de sus redes para 2027, según manifestó el gobierno. La semana pasada, el ejecutivo de Londres ya sugirió un endurecimiento de su postura, destacando el riesgo que podría suponer para la seguridad la participación del fabricante chino de los equipamientos de su infraestructura de telecomunicacoines. En enero Johnson había optado por permitir a Huawei una participación limitada en su futura red 5G. Excluir a Huawei implica retirar también los equipos del gigante chino que ya se utilizan en las instalaciones de 4G, sobre las que actualmente se desarrolla la red de nueva generación. Grandes operadores de telefonía británicos, como BT y Vodafone, han advertido que la retirada total de los equipos de Huawei de las redes sería "imposible" en menos de diez años y podría provocar averías y problemas de seguridad. La semana pasada, el grupo chino advirtió que su exclusión afectaría "al futuro de la estrategia digital del Reino Unido". Y afirmó que un retraso de dos años en el desarrollo de la 5G le costaría a su economía 29.000 millones de libras (36.000 millones de dólares, 32.000 millones de euros). Coincidiendo con la publicación de sus resultados el lunes, Huawei reiteró "compromiso de trabajar con los operadores y los socios de la industria para garantizar el buen funcionamiento de las redes y acelerar la transición digital" en un "complejo entorno externo". Una de las promesas de campaña de Johnson en diciembre había sido mejorar y extender la red de telecomunicaciones británica.
Las relaciones entre el Reino Unido y China se han vuelto más tensas en las últimas semanas con la entrada en vigor de una controvertida ley de seguridad, impuesta por Pekín a Hong Kong, una excolonia británica, que provocó una fuerte reacción de Londres. Downing Street ha prometido extender los derechos de inmigración, y eventualmente el acceso a la ciudadanía británica, a millones de hongkoneses. A través de un comunicado Huawei aseguró que se se trata de una decision "decepcionante" y una mala noticia para cualquier usuario de telefonía móvil en Reino Unido. El gigante chino afirmó que esto afectará a Inglaterra en varios aspectos, como ralentizar el desarrollo digital, aumentar los gastos de telecomunicaciones de los usuarios y ampliar la brecha digital. "Esta decisión, en vez de apoyar el desarrollo de Inglaterra, lo perjudica, por lo que instamos a reconsiderar esta decisión. Confiamos en que las nuevas medidas tomadas por Estados Unidos no afectarán nuestra resiliencia, ni la seguridad de los productos suministrados a Gran Bretaña", insistió Huawei. Así mismo aseguró que el futuro de la compañía en el Reino Unido se ha politizado; se trata de la política comercial de Estados Unidos y no de seguridad. Durante los últimos 20 años, Huawei se ha centrado en apoyar la construcción de un Reino Unido mejor conectado. "Como empresa responsable, seguiremos apoyando a nuestros clientes, como siempre lo hemos hecho." Finalmente aseguró que revisarán en detalle "lo que significa para nuestro negocio el anuncio realizado hoy, y trabajaremos con el Gobierno del Reino Unido para analizar cómo podemos seguir contribuyendo a que este país esté mejor conectado.”