La ministra británica de Exteriores, Liz Truss, pidió el jueves a Rusia que retire las tropas desplegadas en la frontera con Ucrania para iniciar una desescalada entre Moscú y los países occidentales, que temen una invasión militar.
El ministro ruso de Exteriores Serguéi “Lavrov me ha dicho hoy que Rusia no contempla invadir Ucrania, pero estas palabras deben estar seguidas de acciones y nosotros necesitamos ver que las tropas y el equipamiento apostado en la frontera ucraniana sean desplazados a otro sitio”, indicó Truss, que es la primera responsable británica en visitar Moscú desde 2018.
Por su parte, Lavrov calificó el encuentro con Truss de “conversación entre un sordo y un mudo” y consideró que su homóloga británica no había “escuchado” las explicaciones detalladas de Rusia sobre sus preocupaciones vinculadas a una posible ampliación de la Otan.
“Tuve la impresión de que nuestros colegas británicos, bien no tienen ni idea de las explicaciones” dadas recientemente por el presidente ruso Vladimir Putin sobre la inexistencia de intenciones bélicas de parte de Moscú, “o las ignoran por completo”, dijo Lavrov.
Rusia ha desplegado miles de solados en la frontera con Ucrania lo que hace temer a los países occidentales que prepare una invasión. Moscú niega estas acusaciones y defiende su derecho a situar las tropas en su territorio como estime necesario.
“Las maniobras militares y el despliegue de fuerzas rusas en nuestro propio territorio suscitan una preocupación incomprensible y emociones muy fuertes en nuestros socios británicos y en otros responsables occidentales”, agregó Lavrov.
“Momento peligroso” para seguridad de Europa
El despliegue militar ruso en Bielorrusia y en la frontera con Ucrania representa un “momento peligroso” para la seguridad de Europa, advirtió este jueves en Bruselas el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), Jens Stoltenberg.
“Este es un momento peligroso para la seguridad europea (...). Vamos a defender y proteger a todos nuestros aliados”, dijo Stoltenberg en una rueda de prensa junto al primer ministro británico, Boris Johnson.
De acuerdo con Stoltenberg, “una nueva agresión de Rusia (contra Ucrania) traerá consigo un fortalecimiento de la presencia de la Otan, no una disminución”.
“Estamos monitoreando de cerca el despliegue de Rusia en Bielorrusia, que es el mayor desde el final de la Guerra Fría”, añadió el jefe de la alianza militar transatlántica.
Stoltenberg y Johnson alertaron que la Otan se aprestaba a desplegar más fuerzas en sus estados asociados en el Este de Europa, como Polonia y Rumania.
Rusia exige que la Otan cese su expansión hacia el Este de Europa, en dirección de la frontera rusa, y garantías de que la alianza no aceptará la membresía de Ucrania.
La Otan ya ha respondido que no está dispuesta a aceptar esas exigencias, pero que está lista a discutir con Rusia asuntos de seguridad continental.
Stoltenberg dijo que había escrito una carta al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, instando al gobierno ruso a reanudar el diálogo bajo el Consejo Otan-Rusia.
Países europeos y miembros de la Otan han establecido puentes directos de contacto con el presidente ruso, Vladimir Putin, como Emmanuel Macron, presidente de Francia, y Olaf Scholz, jefe del Gobierno de Alemania.
En tanto, Rusia ha mantenido su concentración de tropas y armamento en las proximidades de su frontera con Ucrania e inició ejercicios militares en Bielorrusia y el mar Negro.
En la visión de Johnson, “este es probablemente el momento más peligroso, diría yo, (...) en lo que es la mayor crisis de seguridad a la que se ha enfrentado Europa en décadas”.
Este mismo juevses, Lavrov se reunió en Moscú con la jeda de la diplomacia británica, Liz Truss, y dejó claro que las advertencias de países occidentales no tendrán efecto.
“Ultimátums y amenazas no llevan a ningún lado”, pero “a muchos de nuestros colegas occidentales les encanta esta manera (de comunicar)”, dijo.
*Con información de AFP.