El Reino Unido le anunció este viernes a la Unión Europea (UE) que no desea ampliar el período de transición posbrexit, que se extiende hasta finales de este año. "He confirmado formalmente que el Reino Unido no ampliará el período de transición y ha pasado el tiempo de pedir prórrogas", escribió en Twitter el ministro del Gabinete, Michael Gove El anuncio del ministro británico se dio tras una reunión en línea con el vicepresidente de Relaciones Institucionales de la Comisión Europea, Maros Sefcovic. "Gove no podría ser más claro", dijo este último en una rueda de prensa en Bruselas.

El ministro Gove explicó  que "no pedir la prórroga fue la promesa que le hicimos a los ciudadanos británicos en la campaña electoral", afirmó Sefcovic. A su vez aseguró que se debe tomar como una conclusión definitiva. Tras un año de bloqueos y caos político, el Reino Unido salió oficialmente de la UE el 31 de enero gracias a la aplastante mayoría absoluta obtenida por los conservadores de Boris Johnson en las elecciones legislativas de diciembre. El 3 de marzo el Reino Unido y la Unión Europea comenzaron formalmente un periodo de transición de 11 meses, es decir hasta el 31 de diciembre. Esta fecha, sin embargo, se podía extender hasta por dos años si así lo consideraba el Reino Unido. De ser así, Londres deberá solicitarlo antes del 1 de julio. Si en diciembre las partes no han logrado ponerse de acuerdo, se establecería una ‘salida sin acuerdo‘, lo que podría tener dramáticas consecuencias, especialmente para la economía británica.  El anuncio de este viernes, sin embargo, indica que Londres no se decantará por esta opción sino que continuará lo que resta del año las negociaciones con la contraparte para lograr salirse con un acuerdo que los beneficie a ambos. Muchos temen que en diciembre las partes no logren llegar a un acuerdo que resuelva los puntos establecidos en un documento de 36 páginas. De hecho la UE le manifestó abiertamente esta preocupación al gobierno británico desde enero, días antes del brexit.

"Ciertamente, antes de final de año no vamos a tener acordado todo lo que está reflejado en el documento. Creo que habernos impuesto fechas límite a nosotros mismos durante los últimos tres años no ha sido de ayuda", dijo en enero Phil Hogan, comisario de Comercio Europeo de la UE. El panorama es preocupante porque en estos tres meses de negociaciones nada ha cambiado y no hay avances en los puntos más importantes del documento como, por ejemplo, un tratado de libre comercio, la libre circulación entre fronteras, o el acceso a las aguas británicas para pesca. Solo por mencionar algunos.  Tras cuatro rondas de contactos, realizados por videoconferencia debido a la pandemia de coronavirus, las negociaciones están bloqueadas en varios puntos claves.  Un mal escenario sin acuerdo Si no hay acuerdo, las relaciones comerciales entre los dos exsocios pasarían a regirse por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que impone aranceles a las importaciones. Las negociaciones, sin embargo, parecen no progresar y en lugar de llegar a acuerdos las partes parecen estar cada vez más alejadas. De hecho los negociadores David Frost, por parte del Reino Unido, y Micherl Barnier por la UE, no se han podido poner de acuerdo para lograr un tratado que beneficie a ambas partes y se han enviado varias cartas criticando las propuestas del otro.  Para intentar desbloquear las conversaciones, el lunes está prevista una cumbre virtual entre el primer ministro, Boris Johnson, y altos responsables de la UE.

La reavivada amenaza de una ruptura brutal a finales de año agrava los temores sobre la economía británica, cuyo PIB se desplomó un 20,4% en abril, el primer mes completo del confinamiento impuesto el 23 de marzo contra la propagación del coronavirus. A propósito, la directora general de la Confederación de la Industria Británica (CBI), Carolyn Fairbairn, advirtió que salirse de la UE sin acuerdo sería un bloqueo a la recuperación económica de Reino Unido. "Muchos negocios no están preparados para el impacto de un ‘no acuerdo‘ en medio de la crisis que estamos viviendo". A su vez agregó que "Muchos están luchando para sobrevivir a la covid-19. Es por eso que un plan de recuperación que abarque todas las partes del Reino Unido es esencial. Un buen acuerdo con la UE será una piedra angular para la renovación", dijo Fairbairn. En este contexto, el gobierno británico decidió suavizar sus planes para no agravar las dificultades de las empresas británicas, informaron el viernes el diario económico Financial Times (FT) y la radiotelevisión pública BBC. El Reino Unido había previsto introducir estrictos controles a los bienes importados de la UE a partir de 2021, tras el fin del período de transición. Su objetivo era "mantener las fronteras seguras y tratar en igualdad de condiciones" a los países con los que comercia, explicó el gobierno en febrero.

Pero según el FT, ahora Londres prevé un régimen temporal más ligero para las mercancías importadas de la UE en puertos de entrada como Dover, haya o no un acuerdo con Bruselas.  "Somos conscientes del impacto que el coronavirus ha tenido en las empresas británicas y cuando recuperemos el control de nuestras leyes y fronteras a finales de este año, adoptaremos un enfoque pragmático y flexible para ayudar a las empresas a adaptarse a los cambios y oportunidades que supone estar fuera del mercado único y la unión aduanera", dijo una fuente del gobierno a la AFP.  *Con información de AFP.