El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, va a “reevaluar” la relación con Riad, dijo la Casa Blanca, después de que una coalición de naciones productoras de petróleo liderada por Arabia Saudita se pusiera del lado de Rusia para reducir la producción.
La Opep+, que agrupa a los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) encabezados por Arabia Saudita con sus 10 socios liderados por Rusia, enfureció a la Casa Blanca la semana pasada con su decisión de reducir la producción en dos millones de barriles diarios a partir de noviembre, lo que generó temores de que los precios del petróleo se disparen.
Biden “ha sido muy claro en que esta es una relación que debemos seguir reevaluando, que debemos estar dispuestos a revisar”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, a la cadena CNN.
De hecho, Biden llegó a calificar la decisión de Arabia Saudita en la Opep como “miope” y dañina para la crisis que enfrentan muchos países por el elevado precio de la energía.
La decisión de la Opep+ fue vista como un desaire diplomático para Biden, quien viajó a Arabia Saudita en julio para reunirse con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, a pesar de haber jurado convertir al reino en un Estado “paria” internacional tras el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi.
También llega en un momento delicado para el Partido Demócrata de Biden, que se enfrenta a las elecciones de mitad de mandato de noviembre con el aumento de los precios al consumidor como un tema clave de conversación de la oposición republicana.
De hecho, la relación de los miembros del Partido Demócrata se ha visto cada vez más frágil, recientemente renunció la excongresista Tulsi Gabbard, exasprirante a la candidatura del partido a la presidencia de los Estados Unidos en el 2020 al considerar que el Partido Demócrata está “bajo el control total de una camarilla elitista de instigadores a la guerra”.
Biden “está listo para trabajar con el Congreso para pensar cómo debería ser esa relación en el futuro”, agregó Kirby, aunque aclaró que aún no se habían iniciado discusiones formales.
Kirby habló un día después de que Bob Menéndez, el presidente demócrata del influyente Comité de Relaciones Exteriores del Senado, pidiera a Washington que detuviera toda cooperación con Riad, Menéndez dijo que Arabia Saudita había decidido “financiar” la guerra de Rusia en Ucrania con una medida que denunció como una concesión a Moscú que dañaría la economía global.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado en una reunión en San Petersburgo con el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed, que sus acciones en el marco de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, liderados por Rusia, que juntos forman el grupo conocido como OPEP+, no van encaminadas “contra nadie”.
Putin le ha trasladado al príncipe heredero emiratí que desde Moscú buscan “crear estabilidad en los mercados energéticos mundiales”, ya que “los países siempre responden a las necesidades del mercado”, según ha recogido la agencia de noticias TASS.
“Soy consciente de su preocupación por la planta de energía nuclear de Zaporiyia y todos los eventos que están ocurriendo a su alrededor. Les contaré en detalle sobre esto”, ha afirmado Putin, agregando que sus relaciones bilaterales son “un factor importante para mantener la estabilidad en la región”.
La conversación entre Putin y Mohamed bin Zayed se produce después de que el canciller alemán, Olaf Scholz, visitara Doha en septiembre, donde la empresa energética RWE firmó un acuerdo para una entrega periódica de gas natural licuado (GNL) desde este país del Golfo a una terminal cerca de Hamburgo.
Con información de AFP y Europa Press*