El fabricante francés de automóviles Renault anunció este miércoles la suspensión de las actividades de su fábrica en Moscú “a partir de este mismo día”, después de que Ucrania llamara a un boicot internacional de la firma por permanecer en Rusia.

Renault indicó además en un comunicado que examina “las opciones” para su filial rusa AvtoVAZ y añadió que esas decisiones le habían obligado a revisar a la baja sus perspectivas financieras para 2022.

El Consejo de Administración de Renault Group decidió que “las actividades de la fábrica de Renault en Moscú quedan suspendidas este mismo día”, señaló el comunicado.

Esa planta produce los modelos SUV Duster, Kaptur, Arkana y Nissan Terrano.

Rusia es el segundo mercado de Renault, después de la Unión Europea (UE). Pero su presencia en ese país está asegurada sobre todo por su filial AvtoVAZ, gracias a la cual vendió 500.000 vehículos en 2021.

En el contexto de la presión internacional, Renault indicó igualmente que “evalúa las opciones relacionadas con su participación en AvtoVAZ”, de la cual controla el 69 % del capital.

Precisó que esa reflexión se lleva a cabo “con el sentido de la responsabilidad por sus 45.000 empleados en Rusia”, donde es líder del mercado con su marca Lada.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió el miércoles a los legisladores franceses que las empresas de este país salieran de Rusia.

Y unas horas más tarde el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, llamó a un “boicot” mundial de Renault, acusando a la empresa del logotipo del rombo de “apoyar una brutal guerra de agresión”.

En su comunicado, Renault “recuerda que ya adopta las medidas necesarias para respetar las sanciones internacionales” aprobadas contra Rusia.

“En consecuencia [de esas decisiones], Renault Group se ve obligado a revisar sus perspectivas financieras para el año 2022″, añade el comunicado.

A principios de marzo, los dos mayores grupos automotores del mundo, Toyota y Volkswagen, anunciaron la suspensión de su producción en Rusia a causa de las repercusiones de la guerra en Ucrania.

El gigante japonés Toyota informó que interrumpirá su producción en Rusia “hasta nueva orden” y también sus importaciones para ese mercado, dijo, citando “perturbaciones en la cadena de suministros” relacionadas con el conflicto entre Rusia y Ucrania.

La planta que Toyota tiene en San Petersburgo emplea a alrededor de 2.600 personas y el año pasado produjo unos 80.000 vehículos, casi todos para el mercado ruso, que representa una fracción de los 10,5 millones de automóviles fabricados internacionalmente por el grupo japonés.

Toyota no tiene fábricas en Ucrania, pero indicó que la operativa de ventas quedó suspendida desde el 24 de febrero, cuando el presidente ruso Vladimir Putin lanzó la invasión contra el país vecino.

“Toyota sigue los eventos en marcha en Ucrania con gran preocupación por la seguridad de la gente en Ucrania y espera un regreso seguro a la paz lo antes posible”, indicó el grupo en un comunicado.

“Nuestra prioridad en la gestión de esta crisis es asegurar la seguridad de los miembros de nuestros equipos, de nuestro personal de ventas y nuestros socios en la cadena de suministro”, añadió.

Por su parte, Volkswagen “interrumpió con efecto inmediato las exportaciones a Rusia”, que en 2020 representaron el 2,4 % de sus ventas (220.000 unidades vendidas), indicó un portavoz. Las entregas a los concesionarios ya se habían suspendido.

El grupo alemán también cerró “hasta nueva orden” sus dos plantas de Kaluga y de Nijni Novgorod, donde trabajan unas 4.000 personas, que serán remuneradas mediante un dispositivo de desempleo temporal.

Volkswagen ya había interrumpido temporalmente la producción en varias plantas de Alemania, afectada por una falta de abastecimiento de proveedores ucranianos.

Sus compatriotas BMW y Mercedes-Benz también anunciaron esta semana que interrumpían sus exportaciones y la producción local.

El mayor fabricante de camiones del mundo, Daimler Truck, cesó su colaboración con el fabricante ruso Kamaz, que también es proveedor del ejército ruso.

Otros fabricantes de automóviles japoneses como Suzuki, Honda y Mazda también suspendieron o redujeron sus actividades en el país, donde su presencia es limitada.

*Con información de AFP.